Terrorismo

Las víctimas denuncian más homenajes a etarras en el País Vasco

Covite critica el «mensaje a favor de la impunidad» en las fiestas de Plencia

Numerosas pancartas en favor de los etarras, de su impunidad y del fin de la dispersión se exhibieron en las fiestas de Plencia
Numerosas pancartas en favor de los etarras, de su impunidad y del fin de la dispersión se exhibieron en las fiestas de PlenciaTwitterLa Razón

Las fiestas de los pueblos de País Vasco y Navarra siguen siendo un lugar de exaltación proetarra. «La fascinación por la violencia continúa siendo el cordón umbilical que cohesiona la base social de la izquierda abertzale», recuerdan desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite) que preside Consuelo Ordóñez. Y es que, destacan, no solo no condenan la violencia, sino que, en ocasiones, «siguen alentándola».

El municipio vizcaíno de Plencia celebró el pasado 6 de agosto las «Itxas Martxa», un evento festivo cuyo objetivo era exigir la excarcelación de los etarras presos. Según denuncia Covite, entre las fiestas y la diversión aprovechan para «difundir un mensaje a favor de la impunidad de los asesinos de ETA». Las calles de Plencia se llenaron de pancartas a favor de la amnistía de los etarras presos, como ya viene siendo habitual después de que el País Vasco asumiera la gestión de las prisiones –solo faltan menos de 50 etarras para ser acercados a las cárceles vascas y navarras–. También, en esa jornada festiva, los proetarras reivindicaron la impunidad para «Galder y Aitor», condenados en 2021 por un delito de depósito de material pirotécnico con unas grandes pancartas donde se podían ver sus retratos.

«Hasta que todos vengan a casa», decía la pancarta que colocaron frente a la iglesia del municipio. Cuando la banda terrorista asesinaba, su lema era «jo ta ke irabiza arte» que significa «dale que te pego hasta la victoria». Covite recuerda que su «dale que te pego» implicaba asesinar, herir, secuestrar, amenazar, extorsionar...

Ese día también se exhibieron carteles con fotografías de los etarras «asesinos en serie», de la localidad de Guecho» como Manex Zubiaga, Francisco Javier Gallaga, Aitor Cotano, Álvaro Juan Arri, Asier Borrero o María Lizarraga, la mayoría de ellos, con delitos de sangre.

Ya es habitual que en numerosas fiestas en el País Vasco se exhiban pancartas y carteles de asesinos y peticiones de impunidad por todos sus crímenes. «Una parte de la sociedad vasca sigue fascinada con la violencia con la que ejerció ETA y con la que todavía ejercen, de vez en cuando, sus herederos», recuerda Ordóñez. Sin embargo, aunque muchos de los vascos y navarros responden con ese «es lo mismo de siempre», el colectivo de víctimas insiste en «no normalizar lo anormal» y continúan con sus denuncias públicas y de manera reiterada, al igual que otras asociaciones de víctimas o partidos políticos. Pese a ese empeño, prolifera la continua reivindicación de los asesinos, a los que tratan como héroes y a quienes siguen honrando públicamente en los aniversarios de sus muertes, a pesar de que, en un documento que la Guardia Civil, que fue intervenido a uno de los dirigentes de la «comisión a favor de los presos» se recogía el intento de los proetarras por «encubrir» estos homenajes para sortear las denuncias ante la Justicia. Una de esas pautas era «evitar el revuelo mediático» por lo que apostaban por llevar a cabo los «ongi etorris» «en un espacio cerrado o privado» o en un lugar «pequeño» del pueblo como un frontón, un cine o un teatro, pero «sin las típicas parafernalias. Sin embargo, no siempre es así. El lunes Sortu homenajeó a Ekain Ruiz, fallecido al estallarle una bomba que iba a utilizar para algún atentado, algo que «ocultan» y que tanto la Fundación Buesa como Covite han denunciado.