Cinco años del 17-A

La obsesión yihadista contra la Ciudad Condal se mantiene

El objetivo «emblemático» en Barcelona es el templo de la Sagrada Familia

La casa de Alcanar en la que se preparó el atentado de Barcelona fue destruida por los explosivos de los terroristas
La casa de Alcanar en la que se preparó el atentado de Barcelona fue destruida por los explosivos de los terroristaslarazon

Lo han demostrado con el intento de asesinato en Estados Unidos del escritor Salman Rushdie (aunque en este caso hubiera una fatua de obligada cumplimiento por medio): el sentido de la venganza de los yihadistas, dentro del fanatismo con el que actúan, perdura en el tiempo y los atentados del 17-Aen Cataluña, pese a su trágico balance, supusieron un cierto fracaso con respecto a los objetivos iniciales.

Por las razones que ellos solo conocen, el tempo de la Sagrada Familia, como ocurre con la Basílica de San Pedro en Roma, se han convertido para los terroristas en iconos de su odio hacia la religión católica. Las mochilas bomba y las furgonetas cargadas de bombonas con explosivos pretendían crear una masacre en el templo.

La explosión en la casa ocupada de Alcanar dio al traste con los siniestros planes y los yihadistas tuvieron que improvisar sobre la marcha, causaron muerte y destrucción, pero, al final, en una brillante acción de los Mossos d’ Esquadra, los malhechores fueron abatidos.

Lo de la venganza no es pura teoría ya que, desde entonces, las Fuerzas de Seguridad han protagonizado, al menos, dos operaciones en las que células organizadas o actores –«lobos»– solitarios, preparaban atentados en la Ciudad Condal.

En los últimos meses,según han informado a LA RAZÓN expertos antiterroristas, no se han detectado amenazas ni carteles en los que se hiciera una referencia directa a Barcelona, lo que, subrayan, no quiere decir nada ya que la obsesión yihadista contra la ciudad se mantiene.

En mayo de 2020, la Guardia Civil detuvo en Barcelona a Mohamed Yassin Amrani, que recibía órdenes directas de Siria para cometer atentados en esta ciudad, en concreto contra una comisaría de Policía y el Camp Nou. Dos meses después fueron los Mossos d’Esquadra los que arrestaron a en la Ciudad Condal a dos individuos de nacionalidad argelina que, según fuentes de la investigación, tenían ya objetivos fijados para perpetrar acciones criminales. Disponían de una estructura parecida a la que cometió los atentados en Barcelona y Cambrils en el verano de 2017.

Con todo, el objetivo «emblemático» en Barcelona de los yihadistas es el templo de la Sagrada Familia, por lo que supone de símbolo para la ciudad y los católicos.