Prisión para la exjefa de ETA Iratxe Sorzábal a la espera de que el Supremo revise su condena

La exjefa de ETA Iratxe Sorzábal permanecerá en la cárcel hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su condena a 24 años y medio de prisión por dos atentados con coche-bomba en Gijón (en el Palacio de Justicia y en una farmacia) en 1996. Así lo decidió ayer la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional al prorrogar la prisión provisional de la que fuera máxima dirigente de la banda terrorista, quien fue entregada el pasado viernes por Francia para cumplir esa sentencia que, sin embargo, todavía no es firme, por lo que su defensa instó su libertad provisional a la espera de que el alto tribunal decida.

Sorzábal fue puesta a disposición de la Audiencia Nacional el pasado 14 de enero para qued fuera juzgada por estos hechos, acordándose su prisión preventiva. Tras la vista oral, en marzo fue trasladada de nuevo a Francia, donde terminó de cumplir su condena impuesta en el país vecino. Una vez saldadas sus cuentas con la Justicia gala, Sorzábal fue entregada de nuevo a España el pasado jueves.

Pero dado que su condena no es firme (su defensa recurrió en casación ante el Supremo), la Audiencia debía decidir si la mantenía en prisión –como defendían tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT)– o la dejaba en libertad provisional, como pretendía su defensa. Finalmente, la Sala ha acordado prolongar el plazo de prisión preventiva hasta el máximo de la mitad de la condena impuesta en esta causa (es decir, seis años y tres meses), hasta el 10 de octubre de 2034.

Gravedad de los delitos y penas elevadas

Dado que la defensa de Sorzábal recurrió la sentencia de la Audiencia Nacional, ayer se celebró la vistilla que estipula en estos casos el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en la que Fiscalía, Abogacía del Estado y AVT reclamaron que se mantuviera la prisión provisional hasta el límite máximo legalmente previsto, mientras que por su defensa se instó a la Sala a acordar su libertad provisional.

Los magistrados justifican su decisión en «la gravedad de los delitos por los que ha sido condenada» y las elevadas penas impuestas. Algo que, según defienden, hace que en este caso concurran «los requisitos necesarios de legitimidad, proporcionalidad y necesidad para el mantenimiento de la prisión preventiva decretada».

En la sentencia recurrida por la defensa de Sorzábal, la Audiencia Nacional impuso a la exjefa de ETA 17 años de cárcel por un delito consumado de estragos terroristas por el atentado contra el nuevo Palacio de Justicia (que aún no estaba en funcionamiento) –una explosión que causó numerosos daños materiales– y otros siete años y medio por el mismo delito en grado de tentativa en relación con la acción contra la farmacia, puesto que no causó daños.

Sin embargo, los magistrados absolvieron a la exdirigente etarra de pertenencia a organización terrorista, al haber retirado la acusación por este delito tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado y la AVT.

La Sala justificó la condena en una carta manuscrita remitida a la cúpula etarra (conocida como «cantada»), que contiene –destaca el tribunal– «un relato detallado de las distintas acciones realizadas por la procesada entre las que se encuentra el hecho de reconocer que participó en la colocación y explosión de los dos atentados de Gijón».