Tensión
Podemos fuerza otra negociación “in extremis” por los Presupuestos
Moncloa aprobará este martes las cuentas. La ley de Familias avanza, mientras Vivienda sigue encallada
Las últimas cuentas del Gobierno de coalición volverán a llevar el sello de la negociación hasta el último minuto. PSOE y Unidas Podemos redoblaron este lunes las conversaciones hasta última hora de la noche para alumbrar el acuerdo en Moncloa sobre los Presupuestos Generales del Estado para llevar este martes al Consejo de Ministros, a pesar de que la reforma fiscal anunciada por Moncloa la pasada semana, desenredaba el camino para el «ok», despejaba las dudas sobre el pacto entre ambos y garantizaba la confianza para llevar a término la legislatura.
El patrón volvió a repetirse y a sonar a la misma música que en 2020 y 2021. Podemos apuraba los plazos de la negociación para convencer a los socialistas de exigencias que llevan en la mesa encalladas durante meses. Mientras, en el PSOE la sensación era de tranquilidad y el mensaje que se transmitía era que el acuerdo con su socio estaba prácticamente cerrado, a falta de algunos «flecos». «Será en breve», secundaban en Ferraz, tratando de minimizar el órdago que llegaba con minutos de antelación en el cuartel general morado, desde donde se alentaba a una «larga negociación», aunque sí se reconocían «avances».
Es la última negociación y la más comprometida, después de dos presupuestos dedicados a la recuperación económica por la pandemia provocada por el coronavirus. Ambos partidos tienen claro que de estas cuentas puede depender la reedición del gobierno de coalición –sobre todo con unas encuestas poco favorecedoras por delante–. En Podemos tienen la sensación de que deben ser los presupuestos más sociales, para conseguir ese fin. La bandera social, que busca siempre liderar los de Ione Belarra es su máxima de cara a presentar ante el electorado en futuros mítines para las elecciones autonómicas y municipales. Plazas donde, señalan en el cuartel morado, se juegan a nivel nacional.
Las últimas 24 horas estuvieron marcadas por la pugna y la tensión ante dos materias que Podemos quería finiquitar en los Presupuestos. Los principales obstáculos en la negociación –y que son especialmente conflictivos– son la ley de vivienda –completamente atascada–, ley mordaza e impulsar la ley de familias, que según fuentes de la negociación, a última hora de la tarde se produjeron avances en línea con las demandas del ministerio de Derechos Sociales; ampliar prestaciones para la crianza y un nuevo permiso de cuidados. Mientras, se rebajan las críticas al aumento de presupuesto en la partida de Defensa, aunque siguen advirtiendo de la necesidad de un aumento en inversión social. Ante estos choques, desde el PSOE se evidenciaba distancia. «En breve vamos a presentar los presupuestos generales del Estado. En tiempo y forma. Presupuestos cuando toca», zanjaba el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. También aprovechó para avisar a sus socios sobre el frente en Defensa. «El PSOE y en este caso el presidente cumplimos los compromisos, siempre los vamos a cumplir», avisó.
Las discrepancias
Si bien hay más cercanía en avanzar hacia una ley de familias con el consenso de los dos socios, vivienda vuelve al punto del partida. El desbloqueo para ésta, según fuentes de las negociaciones, podría llegar en forma de reunión al más alto nivel, entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta Yolanda Díaz a primera hora de la mañana de este martes, antes de entrar a la reunión del Consejo de Ministros. Esto ya ocurrió hace un año. Sin embargo, al cierre de esta edición no estaba cerrada esta previsión y en el equipo negociador de Unidas Podemos eran más pesimistas.
Esta ley lleva tres años discutiéndose entre socios y a pesar de estar aprobada en Consejo de Ministros, sigue bloqueada. Fue condición indispensable para aprobar los Presupuestos de 2020 y 2021 y lleva ahora ocho meses paralizada en su trámite parlamentario en el Congreso, tras que los morados registraran 55 enmiendas, que en el PSOE rechazan al entender que la norma ya había sido pactada en el Gobierno. Así, cierran la puerta a cualquier cambio, mientras que los morados piden regular el alquiler para todos los propietarios, prohibir los desahucios sin alternativa habitacional para las familias vulnerables y aumentar el parque de vivienda pública con los pisos de la Sareb. Ayer se pedía «voluntad política», en palabras del portavoz Pablo Fernández, para desbloquear esta ley y se insistía en que es una de sus prioridades. «Es estratégica para el país», abundaba. En privado, en la dirección se reconoce el debate existente a aprobar unos nuevos presupuestos sin la ley de Vivienda, y del coste electoral que supone para ello el retraso de la ley, a un año y medio vistas las elecciones. «Hasta el último momento vamos a seguir reiterando que es urgente», aseguran. Otras leyes como la ley de Seguridad Ciudadana, siguen pendientes, aunque tiene más facilidades para desbloquearse vía Congreso.
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