"Caso Pujol"
El juez desbloquea una cuenta de Pujol Ferrusola para que pague los recibos de sus 17 coches de lujo
A instancias de la Sala de lo Penal, Pedraz accede a su petición tras quejarse de que no podía abonar esos impuestos atrasados con el equivalente al salario mínimo
El primogénito de el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol podrá pagar los impuestos atrasados de su colección de coches de lujo, valorada en 2,6 millones de euros, con el dinero de una de sus cuentas embargadas por orden judicial. Así lo ha acordado, con el aval de la Fiscalía Anticorrupción, el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en una providencia firmada ayer en la que autoriza a la entidad bancaria a permitir el pago de los recibos pendientes del impuesto de vehículos de tracción mecánica del actual ejercicio, cuyo periodo de pago voluntario ya ha expirado.
Pedraz ha tomado la decisión obligado por la Sección Tercera de la Sala de lo Penal, que el pasado 1 de septiembre estimó el recurso de apelación de la defensa de Pujol Ferrusola contra la negativa del instructor a permitir ese desbloqueo. Para el magistrado, autorizar esos pagos contribuye a mermar el montante de las cantidades embargadas al empresario ante la posibilidad de que, de ser condenado, tenga que hacer frente al pago de responsabilidades civiles.
Así se lo expuso el pasado mayo, cuando instó a Jordi Pujol “Junior” a abonar esos recibos “con las cantidades de las que dispone mensualmente” (el instructor sí autorizó que percibiera de sus cuentas mensualmente el equivalente al salario mínimo para sus gastos de subsistencia) para evitar que las cuentas embargadas hace siete años sufran “un detrimento”.
Tres Ferrari y dos Porsche
De hecho, Jordi Pujol “Junior”, para quien la Fiscalía Anticorrupción pide una pena de 29 años de prisión por asociación ilícita, blanqueo, fraude fiscal, falsedad documental y alzamiento de bienes , tuvo que abonar una fianza de 7,5 millones de euros, que cubrió con 3,8 millones de una cuenta embargada en 2015, con su colección de coches de lujo y con un piso en uno de los distritos más caros de Barcelona.
El empresario está procesado junto al expresidente de la Generalitat (que recientemente sufrió un ictus del que se está recuperando y cuyo alcance puede condicionar que finalmente se siente en el banquillo) y sus seis hermanos por ocultar en Andorra, al menos desde 1991, “una ingente cantidad de dinero” que supuestamente procedía del “favorecimiento a determinados empresarios para que resultaran adjudicatarios de distintos concursos públicos de la administración pública catalana”.
En esa providencia, Pedraz accede al pago con los fondos de esa cuenta de Caixabank “de los intereses y recargos que se devenguen para el pago de los impuestos sobre vehículos de tracción mecánica correspondientes al ejercicio 2022, al haber transcurrido los plazos voluntarios de pago”. Así, el empresario podrá poner al día los recibos pendientes de sus lujosos vehículos, entre otros tres Ferrari, dos Porsche, otros tantos Lamborghini, dos Mercedes, un Jaguar y un Lotus, tasados en 2.600.560 euros.
Frenó la subasta
El destino de esos coches iba a ser una subasta -de la que se iba a hacer cargo la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA-, con la que el instructor pretendía incrementar las cantidades embargadas a Pujol Ferrusola y evitar así que fueran depreciándose de valor ante la falta de cuidados, tal y como alertó el propio procesado. Pero la tasación inicial, de 1,8 millones, no satisfizo al hijo de Jordi Pujol, que la tachó de desfasada y alejada del valor real de mercado.
Finalmente, el empresario consiguió su objetivo y se llevó a cabo una nueva valoración de esos vehículos -inmovilizados en una nave de un polígono industrial de Buvisa de Teia (Barcelona)- que disparó su valor hasta los 2,6 millones. Así, fijó en 678.400 euros el valor de un Ferrari F-40 (antes tasado en 300.000 euros); en 61.100 el precio de un Ferrari 328 GTS (antes 77.500 euros) y en otros 71.300 euros el valor de un Ferrari F110 Testarossa (en la anterior tasación valorado en 120.000). Además, asignó un precio de 113.900 euros a un Jaguar E-Type 3.8 Roadster (antes 148.000 euros) y consideró que un Lamborghini 132 SE Diablo costaba 218.600 euros (su valor anterior se había fijado en 250.000 euros) y 959.000 euros un Lamborghini Miura (tasado antes en 816.000 euros). Asimismo, valoró por primera vez otros tres vehículos propiedad de Pujol Ferrusola: un Porsche 356 Super 90 XJ (109.500 euros), un Porsche 911S Targa (105.200 euros) y un Seat 600-E Réplica Abarth (7.600 euros).
Pero a última hora, el propio Pujo Ferrusola frenó esa subasta en julio de 2020 al esgrimir que el altísimo incremento patrimonial (que acarrearían esos ingresos) dispararía su IRPF en detrimento de las cantidades embargadas, de donde debería salir el dinero para pagar el impuesto. El juez accedió finalmente a su petición, en contra de Anticorrupción, y en septiembre del pasado año paralizó la subasta.
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