Crisis institucional

Lesmes tira la toalla: dimite hoy “perdida toda esperanza” en la renovación del CGPJ

El presidente del Supremo y del Consejo anuncia su renuncia: “Mantenerme en esta responsabilidad solo serviría para convertirme en cómplice en una situación que aborrezco y que es inaceptable”

El bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pendiente desde diciembre de 2018, se ha llevado finalmente por delante a su presidente, Carlos Lesmes, que dimitirá hoy ante la incapacidad del Gobierno y del PP de llegar a un acuerdo para elegir a los nuevos miembros del órgano de gobierno de los jueces.

Según anunció en un comunicado el CGPJ a última hora de la tarde de ayer, Lesmes formalizará hoy mismo su renuncia una vez “finalizado el plazo anunciado a los vocales del Consejo en el Pleno del pasado 29 de septiembre sin que Gobierno y oposición hayan alcanzado un acuerdo para la renovación del órgano de gobierno de los jueces”, pendiente desde diciembre de 2018, o “para la devolución de sus competencias”. Según asegura, continuar en su puesto le convertiría en “cómplice” de una situación que aborrece y que considera “insostenible”. Su renuncia ha pillado por sorpresa a varios vocales, que se han enterado por esa nota de prensa de la intención de Lesmes de dimitir mañana.

“Los contactos desarrollados entre las fuerzas políticas a raíz de la visita del comisario de Justicia de la Comisión Europea”, Didier Reynders, -constata el comunicado- “no han dado resultado positivo alguno”. Lesmes ha tenido que rendirse a la evidencia de que tras el llamamiento realizado durante el discurso de apertura del año judicial al presidente del Gobierno y al jefe de la oposición para que dieran “con una solución definitiva a la insostenible situación en la que se encuentran el Tribunal Supremo y el CGPJ y de las exhortaciones en el mismo sentido hechas por el comisario de Justicia de la Unión Europea, “los contactos desarrollados estos últimos días, de los que he sido informado”, se resigna Lesmes, no han fructificado.

Y eso que, explica, durante estas semanas se ha dirigido “de forma reservada” y “en varias ocasiones a los responsables políticos” para intentar “alcanzar la urgente renovación del Consejo” o la devolución de las competencias para hacer nombramientos.

“Perdida toda esperanza”

Lesmes asegura en una declaración institucional que permanecer en su puesto supondría convertirse “en cómplice de una situación que aborrezco y que es inaceptable”. Y es que, según expresa, “ante esta reiterada indiferencia a mis llamamientos, la expectativa que se abre no parece ser otra que el mantenimiento de una situación, quizá durante años, que debilita y erosiona cada vez más a las principales instituciones de la Justicia española”.

“Mi responsabilidad hasta el momento presente ha sido procurar mantener el buen funcionamiento de estas dos instituciones y tratar de revertir la situación y utilizando todos los instrumentos a mi alcance”, asegura. Pero llegados a este punto, resalta, “perdida toda esperanza de rectificación y ante el patente deterioro del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que no puedo evitar, mi presencia al frente de estas instituciones carece ya de utilidad y sería además contraria a mi propia conciencia profesional, por lo que se impone mi renuncia como presidente”.

Adopta esta decisión “que ni quería ni me gustaba”, dice, “por respeto a la dignidad de las instituciones que presido y por respeto también a los jueces españoles, que legítimamente esperan que quien les representa no permanezca impasible ante una situación que compromete gravemente el prestigio y funcionamiento de la Justicia entera”.

El magistrado Francisco Marín, su sustituto

Ahora, será sustituido de forma automática (y sin intervención, por tanto, del Pleno del CGPJ, lo que ha generado malestar en varios vocales de uno y otro signo), por el magistrado del alto tribunal Francisco Marín, presidente de la Sala de lo Social, en su calidad de presidente de Sala más antiguo. Lesmes “volverá de inmediato al servicio activo en la carrera judicial y se incorporará a su destino como magistrado en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo”. Según asegura en su comunicado, su reingreso a la magistratura ayudará a paliar la complicada situación que vive esta Sala, con un magistrado a punto de jubilarse y con las vacantes sin cubrir.

Lesmes ya había avisado el pasado 7 de septiembre, durante su discurso en el acto de apertura del año judicial, que renunciaría al cargo si PSOE y PP no desbloqueaban la renovación del Consejo del Poder Judicial en cuestión de “semanas” o si la institución no recuperaba sus competencias para efectuar nombramientos, y poder así remediar lo que calificó de “estropicio” en la cúpula judicial, donde se acumulan las plazas vacantes, con especial incidencia en el Tribunal Supremo.

Su órdago cayó en saco roto

Ambas condiciones para frenar su posible adiós eran de complicado cumplimiento e inevitablemente su órdago ha caído en saco roto: las negociaciones entre los dos principales partidos de la oposición siguen atascadas (el PSOE prioriza el relevo en el Consejo y los populares lo supeditan a una modificación del sistema de elección de los vocales para dar más voz a los jueces) y la posibilidad de efectuar nombramientos requiere una reforma legal como la que el Gobierno impulsó para permitir al CGPJ nombrar a dos magistrados del Tribunal Constitucional (que junto a los dos que elegirá el Gobierno dejarán un TC de mayoría progresista).

Era precisamente esa elección, encallada en el CGPJ, la que condicionaba a Lesmes en su adiós, pues el hasta ahora presidente del Supremo y del órgano de gobierno del poder judicial pretendía dar el paso dejando encauzada esa designación. El Gobierno, de hecho, llegó a fijar un plazo de tres meses (que concluyó el pasado 13 de septiembre) para la elección de esos dos magistrados, pero más de un mes después sigue sin haber fumata blanca.

Con esas premisas, Lesmes ha decidido presentar su renuncia casi nueve años después de que, en 2013, asumiera el cargo y de que en septiembre de 2018, en el que iba a ser su último discurso como presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, se despidiera de la cúpula judicial ante la que se esperaba inminente renovación. Finalmente, se irá con el mandato casi duplicado y con el órgano de gobierno de los jueces pendiente aún de renovación, pese al empeño de la Comisión Europea -visita de Didier Reynders, comisario de Justicia, incluida hace solo unos días- en que el organismo se renovase de una vez y se acometiese inmediatamente la reforma legal que permita a los jueces elegir a los vocales de procedencia judicial (ahora elegidos por el Congreso entre una lista facilitada por las asociaciones judiciales).

Nueve años al frente del CGPJ y del Supremo

Lesmes (Madrid, 1958) es magistrado del Tribunal Supremo desde 2010 y preside el alto tribunal y el CGPJ desde diciembre de 2013. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid, ingresó por oposición en la carrera judicial y fiscal en 1984. Hasta 1993, fue fiscal en la Audiencia Provincial de Alicante, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ante el Tribunal Constitucional.

Posteriormente, tras superar las oposiciones a especialista del orden jurisdiccional contencioso-administrativo, ejerció como magistrado en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana y en la Audiencia Nacional.

Con sendos gobiernos del PP presididos por José María Aznar, fue director general de Objeción de Conciencia entre 1996 y 2000 con Margarita Mariscal de Gante al frente del Ministerio de Justicia y director general de Relaciones con la Administración de Justicia de 2000 a 2004, con Ángel Acebes y José María Michavila de titulares de Justicia. En 2005, regresó a la Audiencia Nacional como magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del tribunal, donde también presidió la Sección Primera.

En marzo de 2010 fue nombrado magistrado del Tribunal Supremo antes de ser designado su presidente, y del Consejo General del Poder Judicial, el 12 de diciembre de 2013