El juez concluye el sumario de los CDR y deja en manos de la Sala a doce acusados por terrorismo

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón concluye el sumario de los Comités de Defensa de la República (CDR) y deja en manos de la Sala de lo Penal a doce acusados por terrorismo. El magistrado considera indiciariamente acreditado el delito de pertenencia a organización terrorista y el de tenencia, depósito y fabricación de sustancias o aparatos explosivos e inflamables o de sus componentes que utilizaron para en distintas acciones en Cataluña en defensa del independentismo. Ahora, según indican fuentes jurídicas, serán los magistrados los que deciden si, previa acusación de la Fiscalía o de las partes, envían a los procesados a juicio oral o archivan el asunto.

En un escrito con fecha de 20 de octubre, el magistrado da por concluida la instrucción que se inició en diciembre de 2018. Hace un año ya se había acordado seguir adelante con el procesamiento de Eduardo Garzón, Esther García Canet, Sonia Pascual, Queralt Casoliva, Germinal Tomas, Alexis Cordina, Jordi Ros, Guillem Xavier Duch y Rafael Joaquín Delgado, así como contra Ferrán Jolis, Xavier Buigas, David Budria y Clara Borrero. Se enfrenta a delitos con pena de prisión de 6 a 12 años de cárcel.

En el marco de esta ‘Operación Judas’ la Guardia Civil realizó varios informes en los que señalaba cómo se organizaba una célula integrada en los CDR que se había radicalizado y que estaba fabricando explosivos. De entre los actos llevados a cabo por estos comités se produjeron cortes en carreteras, levantamiento de barreras de peajes o un intento de boicot para que no pasara la comitiva que llevaba a los condenados del ‘procés’ a la cárcel de Lledoners.

El instructor situó el origen de los CDR en el “sentimiento de frustración” que se generó en el independentismo tras el 1-O y explicó en el escrito de procesamiento que dentro de esa estructura figuraban los integrantes del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), el núcleo más radicalizado. Estos eran encargados de llevar a cabo “las acciones más sensibles”, las que requerían “un plus de compromiso y profesionalidad en su ejecución”, dentro del objetivo global de intentar “subvertir el orden constitucional de forma material, mediante una estrategia planificada y organizada”.

Para García Castellón no hay duda de que todos conforman una organización de carácter terrorista, pues “habrían superado la actividad dentro del respectivo CDR y conformado una organización terrorista paralela, de carácter clandestino y estable, cuyo objetivo sería el de llevar a cabo acciones violentas o atentados contra objetivos previamente seleccionados utilizando para ello los explosivos o sustancias incendiarias fabricados en los dos laboratorios clandestinos que la propia organización tenía instalados en dos domicilios particulares”. Ahora será la Sala la que determiné el futuro de la causa.