Terrorismo
“Las víctimas no le importamos a nadie”, denuncia la AVT.
Indignación tras el enésimo acercamiento de etarras, entre ellos el que asesinó a López de la Calle
“Estamos ya cansadas. Muy cansadas de esta situación que se ha normalizado y que ha puesto en relieve algo que ya intuíamos: las víctimas del terrorismo ya no le importamos a nadie”.
Es la reacción de las víctimas del terrorismo de la AVT ante el enésimo acercamiento de etarras a cárceles del País Vasco y Navarra. Se va cumpliendo, de forma inexorable, la particular “operacion almendro”, para que todos los internos terroristas estén cerca de sus casa por Navidad.
“Estos días hemos visto como hay diferentes asuntos que sí indignan a la sociedad, pero tenemos claro que el menosprecio y humillación a las víctimas del terrorismo no es uno de ellos. Nos sentimos más abandonadas que nunca. Los presos etarras que van a ser trasladados sin colaborar con la justicia, sin mostrar un ápice arrepentimiento y, muchos de ellos, con mucha sangre a sus espaldas”, agregan
Los beneficiados en esta tanda son:
José Ignacio Guridi Lasa. De la prisión de Mansilla de las Mulas, en León a una del País Vasco. Fue condenado a 52 años de cárcel por la colocación de un artefacto - que no llegó a explosionar- en una maceta que se encontraba en el alfeizar de un adosado de Citruénigo (Navarra). En 2002, a 30 años de prisión por el asesinato de José Luis López de la Calle.Y a otros 75 por el asesinato en agosto de 2002 de los guardias civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, en Sallent de Gállego.
Ignacio Bilbao Goicoetxea. Del Centro Penitenciario de Topas, en Salamanca a una del País Vasco. En 2004 la Audiencia Nacional lo condenó a 52 años de prisión como autor del asesinato de Juan Priede Pérez. También ha sido sentenciado en varias ocasiones por amenazar de muerte a jueces como Garzón, Teresa Palacios y Fernando Andreu.
Asier Badiola Lasarte. Del Centro Penitenciario de El Dueso (Cantabria) a una del País Vasco. En 2013 la Audiencia Nacional lo condenó a penas que suman 299 años de cárcel por la colocación de un coche bomba en la comisaría de la Ertzaintza de Ondarroa el 21 de septiembre de 2008.
Orkaitz Gallastegui Sodupe. Del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) a una del País Vasco. Fue condenado a 26 años como cooperador necesario en el asesinato del juez José María Lidón.
Fermín Vila Michelena. Del Centro Penitenciario de Zuera, en Zaragoza a una del País Vasco. La Audiencia Nacional le condenó en 2015 por el atentado que asesinó a Luis Ortiz de la Rosa.
Íñigo Zapirain Romano. Del Centro Penitenciario de El Dueso (Cantabria) a uno del País Vasco. En 2013, la Audiencia Nacional le condenó a 485 años como autor del atentado que asesinó a Luis Conde de la Cruz. También, a 45 años por el asesinato del policía Eduardo Antonio Puelles García.
Alberto Viedma Morillas. Del Centro Penitenciario de Topas (Salamanca) al Centro Penitenciario de Pamplona. En 2003 fue condenado a 30 años de prisión como responsable del asesinato del dirigente del PP en Navarra Tomás Caballero el 6 de mayo de 1998 en Pamplona. En 2004, a 30 años de prisión como autor del asesinato del militar Francisco Casanova el 9 de agosto del 2000 en Berriozar (Navarra). También fue condenado por el intento de homicidio del subteniente del Ejército José Díez Pareja en la localidad navarra de Cizur Mayor en 2001.
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