Defensa

Robles defiende el aumento del gasto militar y el compromiso de alcanzar el 2% del PIB

Unidas Podemos apoya ahora el presupuesto de Defensa y solo critica “el reflotamiento de la OTAN”

La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su intervención en el Congreso
La ministra de Defensa, Margarita Robles, durante su intervención en el CongresoAlberto OrtegaEuropa Press

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha intervenido esta mañana en el Congreso de los Diputados para defender los presupuestos de su Departamento para 2023. Unos fondos que, pese a las críticas de los socios del Gobierno cuando se presentaron, aumentarán prácticamente un 26% respecto a los de este año, pasando de unos 10.155 millones a 12.825, de los que 4.901 (además de otros 1.600 del Ministerio de Industria) irán destinados a programas de armamento. Unas cuentas “realistas”, ha dicho, con las que se mantiene el “compromiso” del Gobierno de alcanzar el 2% del PIB en gasto militar en 2029. Y en esta ocasión, Unidas Podemos ha cambiado su discurso y prácticamente no ha criticado el incremento del presupuesto de Defensa.

Robles ha iniciado su intervención insistiendo en el mantra de que “invertir en Defensa no solo es modernizar las capacidades de las Fuerzas Armadas, es invertir en paz, seguridad, libertad y valores democráticos”, además de “apoyar el tejido empresarial español”. Por ello, frente a las críticas recibidas en su día por ese incremento, sobre todo desde su socio de coalición, Unidas Podemos, ha destacado que son unos “presupuestos realistas y expansivos que responden al escenario internacional, marcado por guerra ilegal y cruel que inició Putin”.

En los apenas 15 minutos que ha estado en la tribuna, la ministra ha desglosado alguno de los capítulos del Presupuesto de Defensa, comenzando por los gastos de personal, que ocupan el 41,9% del total (5.375,4 millones). Un aumento del 6,2% que, ha dicho, “permitirá consolidar las mejoras retributivas aprobadas en 2020 y 2021″ y hacer frente al aumento del 1,5% del sueldo de los funcionarios.

Acto seguido, ensalzando la labor de los militares españoles tanto en la pandemia como en el contexto de la guerra en Ucrania, Robles ha destacado la importancia de la Sanidad militar, señalando que se destinarán 178,2 millones a la asistencia hospitalaria de las Fuerzas Armadas, un 11,24% más que este año. Y ha puesto como ejemplo de su valor la atención que reciben en el hospital de Zaragoza los heridos de guerra ucranianos.

Programas de Armamento

Tras esto se ha centrado en uno de los capítulos que más aumenta y el que más disputas generó en el seno del Gobierno: los Programas Especiales de Modernización (antes de “Armamento”). A este punto destinará Defensa el próximo año 4.901 millones, un 72,1% más que en 2022. Unos fondos que, sin embargo, no computan en el límite de gasto no financiero.

Se trata de programas dirigidos a la fabricación de equipos y sistemas de armas para satisfacer las necesidades de la modernización de las Fuerzas Armadas, dotándolas de los mejores sistemas de armas, equipos e infraestructuras de apoyo para el cumplimiento de sus misiones. En los presupuestos para el próximo año se incluyen un total de 32 (13 de ellos nuevos), frente a los 25 de 2022.

Tal y como ha defendido la ministra, con este incremento “se dará continuidad a los 20 programas en curso de modernización” y se dedicarán “1.296 millones para 13 nuevos”. Y ha hecho hincapié en que “este notable aumento va a tener un importante factor tractor sobre la industria de Defensa. Se van a crear 22.667 empleos de forma directa o indirecta”. Además, ha insistido en la importancia de estos programas de armamento porque “dan vitalidad a numerosas comarcas”, como Ferrol, Cádiz o Cartagena, donde se fabrican algunos de ellos.

Fragatas, blindados, misiles, cazas...

Muchos de estos programas comenzaron su andadura en la década de los 90 (fragatas F-100, blindados “Leopard”...) y otros hace apenas un año (el caza del futuro o los aviones de reabastecimiento en vuelo). Y entre las novedades hay aviones de combate para sustituir a los F-18, drones de última generación, lanzacohetes, misiles contracarro y modernas radios, además de aviones para la vigilancia marítima, helicópteros antisubmarinos o buques para cartografiar la costa española.

En este punto, uno de los más llamativos es el denominado “Avión sustituto del AV-8B y C.15M-2ª Fase”, esto es, la compra de una aeronave para reemplazar a los “Harrier” de aterrizaje y despegue vertical de la Armada y los F-18 del Ejército del Aire, cuyas vidas útiles llegarán a su fin entre 2025 y 2029. Está dotado con 6.250 millones (90 de ellos para 2023) y se prolongará hasta, al menos, 2028. Y aunque Defensa no habla de ello, todo apunta a que, al menos para la Armada, el elegido será el caza estadounidense F-35 de Lockheed Martin en su versión naval (B), la única posibilidad existente en el mercado para operar en el “Juan Carlos I” y no perder así el ala fija embarcada.

Pero a esos 4.901 millones para programas de armamento hay que sumarles otros 1.601 millones de préstamos del Ministerio de Industria para la “financiación de programas de desarrollo de material militar”, los cuales se han incrementado en un 126% (708,2 millones en 2022).

Objetivo: el 2% del PIN en 2029

De esta forma, el Ejecutivo mantiene su plan de aumentar el gasto en Defensa progresivamente para alcanzar el 2% del PIB en gasto militar en 2029, con cinco años de retraso respecto al compromiso inicial que marcó la OTAN. En la actualidad, España es el segundo aliado que menos destina a gasto militar (1,01% del PIB) y, según ha apuntado Robles, en 2023 ese porcentaje se acercará ya al 1,2, la cifra que marcó el Ejecutivo para 2024 en su Programa de Estabilidad enviado a Bruselas.

En este sentido, la titular de Defensa ha apuntado que los presupuestos “consolidan la tendencia de este Gobierno de llegar a ese compromiso” y “responden a los desafíos derivados de la situación internacional que vivimos”.

Unidas Podemos los aprueba ahora

Quizás lo más llamativo del debate ha sido que desde Unidas Podemos apenas han criticado el aumento del gasto militar, al contrario que hace un mes, cuando el socio de coalición acusó al Gobierno de “deslealtad” por haberles “ocultado” ese incremento. En un tono totalmente distinto al de entonces, el diputado Ismael Cortés Gómez ha señalado que los apoyan “en líneas generales” porque “están alineados con los ejes modernización del país y de las Fuerzas Armadas”. Además, ha apuntado que están de acuerdo “con las reformas e inversiones que potencian e impulsan las tecnologías y competencias necesarias para desarrollar sociedad digital que tiene que hacer frente a nuevas modalidades guerra hibrida”.

Así que al no cargar contra ese aumento del presupuesto, ha criticado “la adhesión incondicional al reflotamiento de la OTAN con la imposición estadounidense de una aportación del 2% del PIB”. Algo esto que, según ha dicho, “cierra la puerta al plan de una autonomía estratégica de Europa frente a otras potencias globales”. Ha sido aquí cuando, citando al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, ha criticado de pasada el “incremento del gasto militar” en Europa y la “reactivación de la carrera armamentística” liderada por la OTAN.

Por ello, se ha centrado en pedir a Robles que, con estos presupuestos, se mejore la calidad de vida de los militares, sobre todo en lo que a medidas de conciliación y retribución se refiere.