El PP apela a diputados del PSOE para que tumben la supresión del delito de sedición

El PP apura todos los recursos que tiene en su mano para frenar la reforma del Código Penal que el Gobierno ha acordado con Esquerra para suprimir el delito de sedición y beneficiar a los responsables del “procés”. En este sentido, la secretaria general, Cuca Gamarra, ha anunciado este miércoles que han solicitado que la votación de mañana se celebre por llamamiento (es decir, se llame uno a uno a los parlamentarios cuando voten) para que los diputados del PSOE queden retratados si acaban votando “sí”. Y así será porque los populares, al disponer de un 20% de los 350 diputados que hay en el hemiciclo, tienen la fuerza suficiente para pedirlo y que se les conceda.

Este jueves se vota la toma en consideración de la proposición de ley que suprime la sedición. Es la primera votación en el Pleno del Congreso, porque después vendrá otra más con las enmiendas a la totalidad y, ya después, se tramitará parlamentariamente hasta su votación final, que se prevé a finales de diciembre.

El objetivo de esta maniobra del PP pasa por retratar a los diputados socialistas que expresan verbalmente su rechazo a la reforma penal, pero sin pasar a la acción. “Es el día de la verdad para los dirigentes socialistas y para los diputados del PSOE. Les escuchamos mucho decir que se oponen a esto, pero mañana qué van a votar. La clave no es lo que se dice sino lo que se hace”, ha afirmado Gamarra.

Con esta maniobra, el PP trata de apelar a los diputados del PSOE que rechazan la reforma para que la tumben con su voto; y, si no lo hacen, queden señaladas sus contradicciones, teniendo en cuenta que muchos de ellos forman parte de territorios, como Extremadura, Aragón o Castilla-La Mancha, que pueden ser mucho más sensibles a estas cesiones al independentismo. De hecho, en diversos vídeos lanzados por el PP en las redes sociales bajo el lema “No seas cómplice”, se repasan algunas frases de algunos diputados del PSOE en el pasado sobre el independentismo.

La reacción a este movimiento del PP ha llegado de inmediato por parte de la ministra Pilar Alegría, quien se ha limitado a reclamar al PP “sentido de estado” para que dejen “de jugar a la confrontación y la división, porque la Cataluña de hoy es mucho mejor que la de 2017″. “Al PP, Cataluña nunca le ha interesado sino para generar división y confrontación. La línea clara que siempre ha defendido el PSOE es apostar por la convivencia, cuando hemos estado en Gobierno y en la oposición”, ha aseverado.

Desde Unidas Podemos también han salido a responder al Partido Popular. El jefe del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha criticado a la portavoz popular por usar “la vieja estrategia del espantojo de Cataluña y ETA para no hablar de lo importante hoy”, en referencia a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. El portavoz ha defendido que el Gobierno “presenta en tiempo y forma por tercera vez” las cuentas públicas. “Es una prueba de que el Gobierno de coalición va viento en popa, da la estabilidad que la gente necesita en un momento como el actual”.

En cuanto a la derogación del delito de sedición, Asens ha defendido que “no es el pago a nadie” y ha remarcado que solo Unidas Podemos llevaba este compromiso en su programa electoral, a la vez que ha asegurado que es “un acuerdo con el PSOE”. Ha criticado, a la par, que el “legado que dejó el PP es la declaración de la independencia, golpes de porra, cárcel e independentismo a niveles altísimos”. Contra eso, ha dicho “nosotros dejamos un legado muy diferente; diálogo, soluciones, política y una sociedad más cohesionada”.

Malversación

La malversación será uno de los temas que monopolice el macropleno de mañana. Fue ERC quien apuntó a la reforma sobre este delito. En un primer momento, el Gobierno se abrió a este extremo. Los republicanos apuntaban a la necesidad de hacer una reforma a su gusto, condicionando solo la reforma para que beneficiara a los líderes del procés. En estos días, la hipotética reforma se ha ido desinflando, enfriando, tanto por parte del Gobierno como por parte del ERC, que ya no lo marca como línea roja.

En ERC ven “delicado” afrontar con celeridad la modificación de la malversación y ya apuntan tanto en público como en privado que solo se acometerá si es posible, sino, no. Los republicanos ya ven suficiente la reforma del delito de sedición para dar su “ok” a los Presupuestos Generales del Estado, aunque todavía no se han pronunciado.

Mientras, esta hipotética reforma sigue dividiendo a todo el arco parlamentario de izquierdas, principalmente a Unidas Podemos, los comunes, con Jaume Asens a la cabeza, se muestran a favor del cambio, pero admiten que todavía debe debatirse en el grupo parlamentario de Unidas Podemos esta posibilidad. Según defienden, el delito de malversación está “mal regulado” y debería diferenciarse en la norma cuando hay ánimo de lucro y cuando no por parte de quienes cometen este delito.

Sin embargo, en el Ejecutivo cada vez hay más reticencia a esta reforma. Fuentes gubernamentales destacan que no se puede hacer una modificación “adhoc” y admiten el debate que se está produciendo en el Consejo de Ministros sobre este asunto.