Acoso
Los padres de los alumnos expulsados por colgar la bandera española: “Estamos soportando insultos”
Lamentan que se les responsabilice de las amenazas a la profesora y que se tache a sus hijos de “manada” y señalan al colegio, que ha abierto una investigación interna
La expulsión el pasado viernes de una clase de Bachillerato del colegio La Salle de Palma por colocar en el aula una bandera española de apoyo a la Selección en el Mundial de Qatar ha derivado en una incómoda situación tanto para la profesora que tomó la decisión como para las familias de los alumnos y los propios estudiantes.
Según aseguran a LA RAZÓN fuentes de esas familias, están teniendo que soportar “insultos de todo tipo en redes sociales” a raíz de lo sucedido, pues “nos están señalando como responsables de todas las amenazas que está recibiendo la profesora de la ultraderecha, amenazas de muerte y todas las barbaridades que le están diciendo”.
En esos mensajes, se tacha a sus hijos de “salvajes sin educar”, “gamberros e irresponsables, niñatos, maleducados” e incluso se les tilda de “manada”, llegando algún usuario de Twitter a pedir que se les retire la custodia de sus hijos.“Es vergonzoso y en esa situación solo les ha puesto el colegio por haber emitido ese comunicado del viernes sin haber contrastado la información ni haber hablado con las familias ni escuchado a los chicos ni nada de nada”, se quejan esas mismas fuentes.
Los padres de los alumnos recibieron anoche un comunicado conciliador de la dirección del colegio informándoles de los pasos que va a dar el colegio “para devolver al centro la normalidad habitual”, un documento en el que califica de “lamentable” lo sucedido el pasado viernes en el aula de Bachillerato.
El colegio abre una investigación interna
La dirección ha abierto un “proceso de investigación de carácter interno” para “conocer la verdad sobre lo ocurrido”, durante el cual se muestra partidaria de escuchar “las voces de todas las personas que vivieron los hechos”, algo que -asegura el colegio-, “nos ayudará a situarnos y conocer lo ocurrido por boca de los protagonistas” para poder así resolver la cuestión “a nivel interno”.
El colegio La Salle de Palma considera que esta actuación servirá para “afianzar” los valores del centro como escuela católica, “el respeto al otro, la empatía con lo que tenemos a nuestro lado”, “la “solidaridad como ejemplo de compromiso”, la convivencia y el diálogo “como camino para la solución de diferencias”.
Para los padres resulta “cuanto menos gracioso que, después de enviar un comunicado el viernes acusando a nuestros hijos menores de edad de insubordinados y de niñatos maleducados, ahora quieran estudiar los hechos escuchando a todas las partes”.
“Evidentemente la gestión de este asunto por parte de la dirección del centro ha sido cuanto menos irresponsable -se quejan- y han señalado a nuestros hijos ante la opinión publica como unos gamberros”.
Decisión del claustro
Los hechos se produjeron el pasado viernes en el citado centro, cuando una profesora de catalán se negó a dar clase con la bandera de España colgada en el aula. Tras el incidente, la dirección del centro decidió suspender el resto de la jornada lectiva ante lo que calificaron en un comunicado de “insubordinación deliberada”.
La docente de Lengua Catalana trasladó a sus alumnos que no iba a dar clase con la bandera de España (con la leyenda “Vamos Selección”) porque el claustro de profesores había acordado que solo se permite exhibir en el centro educativo banderas de apoyo a la selección en los días de partido.
“Politizar” el apoyo a la Selección
Los padres de los alumnos ya han denunciado lo sucedido ante el departamento de Inspección de la Conselleria balear de Educación. “Nos indigna que sean los profesores, encargados de la educación de nuestros hijos, los que intenten politizar una situación tan sana como la de apoyar a la Selección en un evento deportivo”, aseguran los progenitores en esa denuncia.
Por su parte, el responsable de Secundaria del centro considera que los alumnos se negaron a obedecer las indicaciones de una profesora “que estaba cumpliendo con las normas de convivencia del centro y seguía las órdenes del equipo directivo”. “Las faltas de respeto a cualquier miembro de la comunidad educativa, especialmente a la figura de autoridad que representa el docente, contraviene varios derechos y obligaciones de los alumnos recogidos en la normativa vigente y es una línea roja que no podemos permitir traspasar”, defendió la dirección del colegio en un comunicado remitido a las familias.
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