España

Podemos y Vox dinamitan la “paz” en el Congreso para frenar su declive electoral

Los morados ponen en el punto de mira a Meritxell Batet y los de Santiago Abascal se marchan del Pleno de este martes

Podemos y Vox son dos partidos a los que las encuestas no parecen sonreírles últimamente. Y, para frenar esa mala tendencia, han reactivado su tono más duro para tratar de acaparar protagonismo: para ello, han recurrido en los últimos días a las estridencias en el hemiciclo del Congreso aprovechando debates sobre leyes muy ideológicas (como el “sí es sí”), terreno de juego en el que ambas formaciones se sienten mucho más cómodas.

En este contexto, los ataques de Vox a la ministra de Igualdad, Irene Montero, la pasada semana en la casa de la soberanía nacional, se convirtieron en la dinamita que ha hecho estallar la “paz” en el debate político al arrojar la fotografía del insulto y de la crispación en el Congreso de los Diputados. Desde todos los grupos políticos, salieron a condenar estas palabras y a raíz de esto, tanto Podemos como Vox han utilizado estratégicamente esta cuestión para su rearme propio.

Podemos rápidamente logró blindar a la ministra de Igualdad en un momento de máxima tensión a raíz de la cascada de sentencias en revisión a la baja tras la entrada en vigor de la ley trans. Los morados lograron unidad en la izquierda que al unísono respaldó a la número dos de Podemos y consiguió, además, cambiar el foco político y mediático. De estar la ministra en la cuerda floja y con peticiones de dimisión por parte de la oposición política pero también por parte de la ciudadanía, los morados lograron forjar un cordón frente a ésta y encumbrarla en un momento políticamente difícil para ella. Con este objetivo, Podemos montó un acto de arrope a la ministra, donde logró la deseada foto de la unidad entorno a Montero.

Además, el jefe del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens ha denunciado que se produjeran en la Cámara “excesos verbales” en referencia al insulto de la diputada Carla Toscano que dijo de Irene Montero que su “único mérito era estudiar en profundidad a Pablo Iglesias”. El diputado morado ha denunciado que esto ocurre “sobre todo por la responsabilidad principal de la extrema derecha”, pero, también ha apuntado a Batet. “Cuando en un partido de fútbol el árbitro no pita una falta, también es responsabilidad del árbitro”, ha explicitado.

Unidas Podemos pone así a la presidenta en la diana y critica su acción en el Congreso de los Diputados. “Vemos en el Congreso un vacío de poder, un vacío de autoridad”, ha cargado. No es la primera vez que lo hace. Ya llegaron a acusar a Batet de “prevaricar” tras ejecutar su obligación de suspender al diputado de Podemos, Alberto Rodríguez, tras que llegara la sentencia del Tribunal Supremo, que le obligaba a dejar el escaño.

Ante esto, la solución que esgrimen en Unidas Podemos es la de proponer la reforma del reglamento ético de la Cámara Baja, que hasta ahora regula el comportamiento de los diputados en materia de transparencia e incompatibilidades de trabajo. Pero a su juicio debe forzarse una reforma para que afecte a la relación entre políticos y periodistas, basándose en un modelo que según dijo, existe en otros parlamentos europeos y en Cataluña.

Sin embargo, en la reunión de la Mesa del Congreso, Batet ha rechazado cambios en el reglamento y se ha limitado a pedir una “reflexión colectiva” a los diputados porque “hay límites que no se pueden traspasar”, según ha explicado después el portavoz del PSOE, Patxi López. “A partir de ahí, veremos cada uno cómo se comporta”, ha dicho López, quien ha advertido que de cuando “uno transmite una barbaridad” y sitúa al “adversario hasta convertirle en enemigo”, habrá “algunos seguidores que puedan ir a hacer algo más grave”, en referencia a posibles acciones violentas. “Si el presidente es un golpista y filoterrorista, habrá que ir a por él. Quien sobrepasa esos límites se sitúa fuera de la política y democracia”, ha afirmado, tras denunciar que tras la votación por llamamiento pedida por el PP para la sedición, algunos diputados del PSOE están denunciando amenazas en sus municipios.

Por su parte, Vox ha salido este martes por la mañana a defenderse ante los agravios de Podemos y ha recordado la retahíla de ataques que ha sufrido también la formación de Santiago Abascal y el bloque de la derecha desde hace más de una década, en forma de insultos, escraches o agresiones. También ha recordado expresiones usadas por Pablo Iglesias o Irene Montero que podrían ser consideradas de “violencia política” siguiendo el mismo criterio de Podemos. Así, de Iglesias han rescatado un tuit de 2013, en que el exvicepresidente aseguraba que la “guillotina es la madre de la democracia”. De Montero, otro mensaje en términos parecidos amenazando al Rey Felipe VI. Los de Santiago Abascal también recuerdan los ataques violentos en actos de campaña electoral, como en Cataluña o la Comunidad de Madrid.

Ya por la tarde, durante el Pleno, los diputados en bloque (capitaneados por Abascal) han abandonado el hemiciclo al estar en desacuerdo con el criterio del vicepresidente de la Cámara Baja Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien ha pedido a la parlamentaria de Vox, Patricia Rueda, que retirara el término “filoetarra”, dirigido a Bildu. “Si no se puede llamar filoetarra al brazo político de ETA (en referencia a Bildu) y se nos puede llamar fascistas a nosotros, es que hay un problema en esta Cámara. No lo vamos a tolerar”, ha afirmado.

En cambio, Íñigo Errejón ha querido alertar sobre toda esta polémica porque, según ha dicho, la “ultraderecha está en declive” y alimentar esta situación supone darle impulso a Vox. “No creo que convenga que vuelvan al centro de la actividad política”, ha señalado, dando a entender que, a su juicio, hay que dejar a un lado esta confrontación para que Vox no consiga réditos. También es cierto que, teniendo en cuenta la guerra que hay en el espacio a la izquierda del PSOE, a Errejón tampoco le conviene que está polémica siga adelante porque también puede beneficiar a Podemos y su tono más bronco.