Choque

Guerra total en el Gobierno de coalición

Las discrepancias se suceden con enfrentamientos por la ley trans, la ley de familias, las pensiones y la ley de trata

Los Presupuestos han dejado de ser la prueba de algodón para medir el grado de cohesión del Gobierno de coalición. Si hace una semana en Moncloa se felicitaban de la “estabilidad” que lograban con la aprobación de sus terceras cuentas públicas en “tiempo y forma”, en pocas horas esta sensación se ha disipado y todo ha saltado por los aires. Se ha escrito tanto sobre las diferencias en el Ejecutivo que podría parecer un episodio más, sin embargo, el grado de tensión va en aumento, el hastío es acumulativo y ambas partes parecen hacer ya la guerra por su cuenta. Una guerra total en el seno de la coalición. Ambiente irrespirable, pero sin visos de ruptura.

PSOE y Unidas Podemos veían el camino allanado para aguantar, de la mano de sus aliados parlamentarios hasta el final de la legislatura, marcándose como horizonte inmediato el impulso a las leyes más sociales que tenía en cartera para presentarlas como el mejor cartel electoral de cara a 2023. En el foco, normas clave como la ley trans, la encallada ley de vivienda, la “ley mordaza” o la de familias, entre otras. Y todas ellas parecen bullir en la previa a las elecciones autonómicas y municipales, donde ambos partidos quieren llegar con los deberes hechos para saldar cuentas con los votantes.

Sin embargo, los electorados frontera entre PSOE y Podemos hacen que también que los partidos entren en competencia y surja la tentación de marcar perfil en todas ellas. Fue este lunes cuando comenzaron a mostrarse los síntomas de que el Ejecutivo se abría en canal, dando muestras de que todo lo que una parte del Ejecutivo avanzaba, lo descosía la otra pata gubernamental.

Tras unas semanas convulsas a raíz de las consecuencias de la entrada en vigor de la ley del “solo sí es sí” -con revisiones de sentencias y hasta excarcelaciones de condenados por violación- el Ministerio de Igualdad se encontraba en la diana por su responsabilidad en las horquillas penales de la norma. Los ataques de Vox a Irene Montero finalmente consiguieron desviar el foco y rápidamente fue aprovechado por los morados para impulsar a Montero, a su vez, en su lucha abierta con Yolanda Díaz y Sumar.

Ayer, la ministra de Igualdad denunciaba que el PSOE se negaba a llegar a un acuerdo con los suyos para aprobar la ley trans, a causa de la división por la autodeterminación de género en los menores de 16 años. El PSOE mantiene vivas sus enmiendas en este punto y forzará a sus socios a negociar para tramitar la norma en el Congreso, mientras que los morados se plantean votar en contra. Las posiciones están fosilizadas. Los morados cuentan en este caso con el apoyo de la vicepresidenta Yolanda Díaz, que pidió el desbloqueo de la norma desde México.

La norma tensiona sobremanera a PSOE y Podemos, pero no es la única. La ley de Trata, que se aprueba este martes en Consejo de Ministros mostró una nueva grieta entre Justicia e Igualdad. Sánchez deslizaba el lunes el anuncio de que el Gobierno daría luz verde a la norma, mientras que desde Igualdad se apresuraron a precisar de que el texto es insuficiente. Durante toda la tarde se dieron negociaciones para tratar de incluir en la redacción, entre otras, la posibilidad de que las víctimas de trata sean identificadas y puedan acceder a un permiso de residencia y laboral si son irregulares. Ha sido a media mañana de este martes, cuando Justicia e Igualdad han llegado a un acuerdo de último minuto.

Así, los avances legislativos se encaminaban a una discrepancia total entre los socios de Ejecutivo. A mitad de la tarde, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá anunciaba su intención de ampliar el periodo para calcular la pensión de los 25 a 30 años -con posibilidad de excluir los dos peores-. También fue confrontado por parte de Unidas Podemos, incluso por parte de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que aseguró que “endurece el acceso a las pensiones” y reduce derechos. Díaz también se posicionó la pasada semana en contra de las medidas adoptadas por el Gobierno y los bancos para facilitar el pago de las hipotecas variables, un acuerdo que consideró “insuficiente”.

La ley de familias se cae del Consejo de Ministros

Pero la mayor grieta -de la semana- se abrió al filo de medianoche, en una norma que ya había generado diferencias en la coalición y había sido objeto de negociación dentro de los Presupuestos Generales del Estado; la ley de familias que impulsó el Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra. A las 23:30h el ministerio de los morados informaba de que finalmente la norma no sería aprobada en la reunión del Consejo de Ministros de hoy, según les había comunicado el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Todo ello detonó la guerra abierta que ya vibra dentro de la coalición. Además, el cómo fue anunciado este nuevo desencuentro, provoca -a su vez- otra derivada dentro de la lucha en el Ejecutivo. Fue el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, quien anunció en la cadena Ser, que la norma volvía a retrasarse, antes incluso de que lo confirmara Derechos Sociales.

Los morados entran así en una nueva etapa dentro de la coalición: la de la confrontación total, con vistas a las elecciones. Vuelven a resucitar la estrategia de exhibir la discrepancia en público para tratar de doblegar a su socio en la batalla social. Hay nerviosismo tras ver que los socialistas revisan sus normas y ven “señales preocupantes” tras constatar que el PSOE está tratando de bloquear sus leyes banderas. Hablan, incluso, de que ven a su socio en el “calculo electoral y político” y rechazan esta estrategia. En la dirección del partido analizan este cambio de relación con su socio desde la aprobación de los Presupuestos Generales, donde se cree que los socialistas se piensan que tienen “atados” a sus socios. Reconocen que el PSOE puede estar pensando en cualquier escenario pero rechazan que ellos vayan a romper el Ejecutivo a pesar de que sí reconocen verse limitados en su acción gubernamental.