El TC quiere decidir sobre la suspensión antes de que el Senado vote la reforma

El Tribunal Constitucional (TC) no quiere que su pronunciamiento sobre la posible suspensión cautelarísima de la tramitación parlamentaria de la reforma que modifica su renovación sea papel mojado. Tras la convulsa jornada del jueves, cuando cinco magistrados progresistas amagaron con levantarse del Pleno si se debatía la petición cautelarísima solicitada por el PP (lo que hubiera impedido adoptar acuerdos por falta de quórum), que el diputado socialista Felipe Sicilia equiparó en el Congreso con un golpe de Estado de «togas», ayer eran horas de reflexión en el TC en busca de la normalidad perdida. Pero con la vista puesta en el Pleno del próximo lunes, cuando –una vez analizados los recursos de amparo de PP y Vox y los escritos remitidos por PSOE y Podemos en contra de esa suspensión– los once magistrados que componen el Pleno deberán abordar, en primer lugar, la admisión de esos amparos para, a continuación, dilucidar si hay motivos para acordar esa suspensión urgente sin siquiera escuchar a las partes afectadas por esa medida cautelar.

Pero ni siquiera es seguro que el lunes haya decisión, apuntan fuentes del TC, que en todo caso señalan que, aunque «lo deseable sería resolverlo el lunes», si es necesario convocar otro Pleno posteriormente, el Constitucional debe adoptar una decisión «con el proceso legislativo abierto». Es decir, antes de que el Senado vote la reforma el próximo jueves. Con el objetivo, precisan, que ese pronunciamiento «no sea una mera resolución declarativa» sin ningún efecto práctico. «Estamos obligados a dictar una resolución», insisten al tiempo que hacen votos por que el del lunes sea «un Pleno normal» muy diferente «a la situación excepcional que vivimos el jueves».

Un Pleno al que sucedió una bronca sesión en el Congreso –que dio el visto bueno a la polémica reforma que rebaja las mayorías para la renovación del TC por el CGPJ–, en la que el tribunal de garantías estuvo en el punto de mira. «Me produce tristeza –apuntan desde el TC– esas palabras, porque a las instituciones hay que respetarlas».

“El tribunal tiene que realizar su cometido”

«El tribunal tiene que realizar su cometido y si se presenta un recurso de amparo hay que estudiarlo y decidir sobre la petición de medidas cautelarísimas», afirman enmarcando esa actuación en la normalidad del funcionamiento de la institución. No obstante, se prevé un Pleno «complicado» que las fuentes consultadas confían en que no se utilice «con fines dilatorios».

Hasta el tribunal llegaron ayer dos nuevos escritos, estos de PP y Vox, en los que las dos formaciones –confirman en el tribunal de garantías– solicitan expresamente al TC que paralice la tramitación de la reforma en el Senado. Y es que en caso contrario, apuntan, y dado que en la petición inicial de medidas cautelarísimas únicamente se hacía referencia a la suspensión de la tramitación en el Congreso, algunos magistrados podrían haber esgrimido que la petición había perdido el objeto al haberse producido ya la votación en la Cámara Baja.

Para evitar que esa interpretación permita sortear el pronunciamiento del TC sobre esta cuestión, PP y Vox han preferido ampliar sus escritos reclamando esa paralización cautelarísima de la tramitación en el Senado.

Una espantada, “terrorífico” para el TC

La fuentes consultadas defienden no obstante la decisión de aplazar el Pleno el pasado jueves, evitando que los cinco magistrados progresistas abandonaran el Pleno, lo que hubiera sido «terrorífico» para el TC, advierten. Haber mantenido el Pleno una vez el bloque progresista había solicitado más tiempo para estudiar los escritos presentados (los de PSOE y Podemos llegaron al tribunal la noche anterior) habría sido –subrayan– una suspensión más propia de un «activista político» o de un «hooligan».

Sobre el papel, parece garantizada la admisión a trámite de los recursos de amparo. «La práctica totalidad de los recursos parlamentarios se admiten a trámite salvo supuestos muy excepcionales, porque no en estos supuestos no hay un filtro judicial previo, y más cuando se consideran vulneradas las funciones representativas de los diputados».

Más disputada se antoja la decisión sobre la suspensión cautelarísima solicitada, pues en caso de adoptarse sería por un estrecho margen, una votación en la que el posicionamiento del presidente del tribunal, Pedro González-Trevijano, puede resultar determinante para desequilibrar la balanza (actualmente de los once magistrados que componen el Pleno seis son de tendencia conservadora). La sesión comienza a las diez de la mañana y se espera que sea «un Pleno muy largo».