Fondos

El Gobierno inyectó más de 4.100 millones extra a Defensa en 2022

Solo del Fondo de Contingencia recibió 1.941,5 millones, la mitad de toda la «hucha» para emergencias «inaplazables»

Blindados españoles en Letonia, donde España ha reforzado su presencia por la guerra
Blindados españoles en Letonia, donde España ha reforzado su presencia por la guerraEMAD

Es algo habitual que la cantidad que figura en los Presupuestos de los ministerios al comenzar el año sea inferior a la que se consolida al cierre del ejercicio debido a las ampliaciones de crédito que el Gobierno va aprobando mes a mes por diferentes motivos, sobre todo para hacer frente a necesidades urgentes. El de Defensa es uno de los que suele aumentar sus fondos, aunque nunca tanto como el pasado año, principalmente por la guerra de Ucrania, el apoyo al Ejército de Kyiv y el refuerzo militar en las fuerzas de disuasión de la OTAN en el flanco Este. Tanto creció que las arcas del Departamento que dirige Margarita Robles recibieron más dinero que lo que se ha presupuestado para este 2023. En concreto, más de 4.100 millones extra respecto a los 10.155 con los que comenzó 2022 (10.863 con los créditos que Industria destina a programas de armamento). De hecho, es el tercer Ministerio, tras Hacienda y Transición Ecológica, que más engordó sus cuentas.

Así se desprende tanto de los informes de Ejecución Presupuestaria de la Intervención General de la Administración del Estado (actualizados a 31 de noviembre) como de las referencias del Consejo de Ministros, donde se detallan los nuevos créditos extraordinarios o transferencias del Fondo de Contingencia que recibió Defensa.

Pese a que no es fácil adentrarse en los presupuestos y seguir el rastro de sus modificaciones, Hacienda cifraba a finales de noviembre en 3.626,3 millones la inyección extra para gasto militar en 2022, casi 130 millones más que a finales de octubre. Pero hay más y entrando en el detalle fuera las cuentas propias del Departamento de Robles, también aumentaron los fondos que el Ministerio de Industria destina a apoyar la innovación tecnológica en el sector de la defensa, con 374 millones extra. O lo que recibe el CNI: un 14% más.

Marcados por la guerra

Y como era de esperar como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los ejércitos son los que más vieron crecer sus fondos. Así, los del Aire aumentaron un 450% (cinco despliegues de cazas en el Báltico y el Mar Negro y un radar en Rumanía); los de la Armada, un 200% (con la integración de diez buques en las fuerzas permanentes de la Alianza), y en Tierra, un 136% (refuerzo de personal y medios en la Presencia Avanzada de la OTAN en Letonia y despliegue de una batería de misiles Nasams).

De ahí que el Consejo de Ministros incluyera a lo largo de todo el año numerosos gastos extraordinarios (fuera del Presupuesto inicial) para ellos como consecuencia de la guerra. Por ejemplo, 3,3 millones para reponer parte del material entregado al Ejército ucraniano; 12 millones para la compra de combustible para los buques de la Armada en puertos extranjeros, ante ese aumento de despliegues; 104,4 millones para municiones y armamentos guiados de precisión, porque, argumentaba el Gobierno, los plazos de suministro «son cada vez más elevados» debido al conflicto, o 1,2 para contratar traductores en el marco del entrenamiento a militares ucranianos.

Pero el grueso del aumento de los fondos para Defensa llegó desde el Fondo de Contingencia, esa hucha del Ejecutivo para «hacer frente durante el ejercicio presupuestario a necesidades inaplazables». Y el pasado año, las Fuerzas Armadas sacaron prácticamente la mitad: más de 1.941,5 de los 3.922,8 millones con los que estaba dotado. Sobre todo, por Ucrania.

999,7 millones tras la Cumbre de la OTAN

El traspaso más cuantioso llegó en julio, tras la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid: 999,7 millones para hacer frente a los gastos extraordinarios por el conflicto. Antes, en marzo, ya destinó 569,8 millones para atender los costes de las operaciones en el exterior, el mismo motivo por el que en mayo inyectó otros 291,7 millones. Las últimas aportaciones desde el Fondo de Contingencia llegaron el pasado 8 de noviembre, cuando Defensa obtuvo 80,1 millones para poder atender al incremento del 1,5% de las retribuciones de los funcionarios.

Pero también hay otros gastos que no se contemplaban en el Presupuesto inicial y que se van autorizando por el Consejo de Ministros según las necesidades. Por ejemplo, las transferencias de crédito desde otros ministerios, como las que llegan desde Industria para los programas de armamento cuando se reprograman los pagos (el pasado año fueron para el dron «Euromale», los helicópteros «Tigre» o el programa «Halcón»). O desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para acuerdos de ciberseguridad o conectividad aprobados a lo largo del año en curso. Incluso desde el de Transición Ecológica llegaron fondos a Defensa para medidas de eficiencia energética.

Otra forma de recibir más dinero fueron los contratos de urgencia, como los 29,7 millones para adquirir radios o los 23,1 para implantar de forma urgente la red de transporte de la Infraestructura Integral de Información para al Defensa en Ceuta, Melilla y Baleares.

4.850 millones en armamento sin quejas de Podemos

A lo largo del pasado año, por el Consejo de Ministros pasaron más de 60 de acuerdos y contratos relacionados con las Fuerzas Armadas, la gran mayoría para la adquisición de todo tipo de armamento, como los once del 22 de noviembre valorados en más de 687 millones para, entre otros, comprar diferentes modelos de misiles, munición guiada de precisión o actualizar los sistemas de guerra electrónica de los F-18. O los cinco del 27 de diciembre (433 millones) para la adquisición de munición y aviones de entrenamiento. El Consejo de Ministros autorizó desde enero alrededor de 4.850 millones para gasto militar, aunque no eran extraordinarios. Pero todos, eso sí, contaron con el visto bueno de Podemos, pese a sus constantes críticas.