Estrategia

El PSOE trabaja con el escenario de que Feijóo no llegue a las generales

La dirección socialista dice estar preparada para un “posible cambio de liderazgo” en favor de Ayuso o Moreno, si el PP no consigue ganar las municipales y autonómicas

Feijóo y Sánchez, durante un cara a cara en el Senado
Feijóo y Sánchez, durante un cara a cara en el SenadoAlberto R. RoldánLa Razón

El 2023 es un año decisivo para el PSOE. El partido sale a defender en las municipales y autonómicas las cotas de poder territorial que consiguió en 2019 y siete meses después se jugará La Moncloa en las generales. Los socialistas gobierna en diez de las doce CC AA y una de las dos ciudades autónomas en las que se celebrarán elecciones y ostenta 2.500 alcaldías. El PSOE están tejiendo ya una estrategia interconectada, entre Ferraz y Moncloa, para lograr este doble objetivo. En esta línea, mañana se celebra en la sede federal una reunión híbrida entre la Ejecutiva del partido, junto a los 17 ministros socialistas para comenzar a engrasar el motor electoral.

En la dirección del PSOE dan máxima prioridad a la cita del 28 de mayo. Por un lado, porque son conscientes de que un mal resultado para sus siglas en la primera meta volante electoral complicaría sobremanera las opciones electorales de Pedro Sánchez en diciembre. Por otro lado, porque entienden que, de no materializarse el “cambio de ciclo” que pronostica el PP, los días de Alberto Núñez Feijóo al frente de Génova estarían contados.

Así se recoge en el documento de trabajo de la reunión de mañana al que ha tenido acceso LA RAZÓN, en el que se establecen los puntales de la estrategia electoral que se seguirá durante la campaña y se dibuja a un líder del PP ”cada vez peor valorado en las encuestas y tutelado por líderes regionales de su partido como la Sra. Ayuso o el Sr. Moreno Bonilla”.

En este sentido, el documento reconoce que el PSOE trabaja ya con el escenario de “un posible cambio de liderazgo en el Partido Popular tras las elecciones autonómicas y municipales”. Esto se produciría, según los cálculos socialistas, “si el resultado que prevé el adversario político no se produce”, una coyuntura en la que auguran que “presidentes como Moreno Bonilla o Ayuso podrían ser un recambio que solicitasen muchas voces en el PP”. En la dirección socialista se aferran a que“la derecha no genera confianza, y su candidato -por Feijóo- pierde credibilidad mes a mes desde que llegó al cargo”.

El PSOE saldrá en campaña a defender la gestión realizada durante estos años, una gestión consideran que les avala frente “a los bulos y las “fake news” que la derecha y la ultraderecha han hecho circular”. Los socialistas buscarán confrontar modelos y dos maneras de afrontar las situaciones de crisis a las que se ha tenido que enfrentar el país -pandemia y guerra de Ucrania- durante los años de gobiernos socialistas. “Progreso o retroceso”. Visualizarán las diferencias entre “proteger a la mayoría de la ciudadanía y que el país siga avanzando y otra, empeñada en retroceder y recortar derechos”. “Frente al proyecto de futuro y con futuro del Partido Socialista está el Partido Popular de Feijóo, sin programa claro, que hace del bloqueo y el retroceso su eje de acción política”.

El partido hará de “la justicia social y fiscal”, con los paquetes de medidas anticrisis y la nueva tributación a energéticas y banca, los puntales de su discurso. Queriendo extrapolar esta gestión nacional del Gobierno de España al ayuntamiento del pueblo más pequeño. Para ello, los socialistas reivindican que tanto ayuntamientos, diputaciones como comunidades autónomas deben tener una “financiación justa”.

El objetivo del PSOE se centra no solo en retener el poder actual, sino en ampliarlo en aquellas ciudades en las que fueron la lista más votada hace cuatro años, y “no gobernamos por los acuerdos de la derecha y la ultraderecha. Acuerdos que han supuesto una regresión en los servicios públicos en todos y cada uno de los lugares en los que se produjeron”, reza el citado documento. La intención de la dirección es volcarse en grandes ciudades, especialmente en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Zaragoza que de hecho son las que concentran buena parte del voto.

Objetivo: movilizar

El principal reto al que se enfrenta Sánchez es, tal como publicara este diario, la movilización de sus bases. Las últimas encuestas en poder del partido le otorgan una fidelidad de voto baja, en el entorno del 60-70%, lo que les permite cierto margen de mejora, pero también obliga a espolear a los suyos en este año de campaña ininterrumpida que acaba de arrancar. La implicación del presidente será total y ya tiene cerrada la agenda de actos para este mes de enero, que arrancará el próximo sábado en Sevilla y continuará el 21 en Valladolid y el 27 en Las Palmas. “Nuestras bases son más importantes que nunca. Este partido no podría afrontar estos comicios con garantías de victoria sin sus afiliados”, aseguran desde la dirección.