Plan B
Podemos quiere intervenir el mercado para hacer una cesta de la compra con precios previos a la guerra
Plantea ayudas directas al pequeño comercio y si el PSOE lo rechaza se abre a bonificaciones con un impuesto a grandes supermercados
Podemos propone al Gobierno intervenir directamente el mercado de la alimentación para abaratar la cesta básica de la compra y topar, al menos durante 2023, el precio de estos productos a los niveles que presentaban cuando comenzó la guerra de Ucrania, en febrero del año pasado.
Y en caso de que el PSOE se oponga se abren a estudiar bonificaciones directas al precio de los alimentos, pero desplegando un impuesto a grandes empresas de distribución para compensar el despliegue de fondos públicos.
Fuentes del partido morado han explicado a Europa Press que consideran “imprescindible” que el Ejecutivo adopte medidas “valientes”, como ya se ha hecho con la energía o el transporte público, para “poner remedio a la actual escalada de los precios” en este sector.
La propia ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, analizaba y explicaba línea a línea esta idea, a través de sus redes sociales. “La subida de precios de la cesta básica es insoportable para las familias, y que los grandes supermercados lo aprovechen para forrarse es indecente. Desde Podemos hemos propuesto al PSOE intervenir el mercado y fijar precios máximos como ya hicimos con las mascarillas.
Hay que destacar que el planteamiento de Podemos llega después de que el Índice de Precios de Consumo (IPC) haya subido dos décimas a finales de 2022 en relación al mes anterior pero con recorte de 1,1 puntos su tasa interanual, hasta el 5,7%, su cifra más baja desde noviembre de 2021, en contraposición con la tendencia de los precios de la alimentación, que se dispararon al 15,7%.
La secretaria general de la formación morada ha insistido en que su propuesta es “fijar el precio de cada uno de los productos de una cesta básica de alimentos al precio que tuvieran el día 20 de febrero, cuando comenzó la invasión de Ucrania”. Por otra parte, también ha señalado que su propuesta incluye ayudas directas a los pequeños comercios de alimentación para que puedan seguir funcionando con los precios intervenidos sin pérdidas.
Este es el claro planteamiento que Belarra traslada a los socialistas, sus socios de coalición, sin embargo, no duda en plantear la posibilidad de que estos rechacen su plan. De ser así, desde Podemos ofrecen un Plan B: “Si el PSOE no aceptase la intervención de precios, planteamos otra posibilidad para facilitar la negociación: Establecer bonificaciones como hicimos con la gasolina y el gasoil”. Medidas que irían acompañadas de un gravamen extraordinario a los grandes supermercados para sufragar la medida y de graves sanciones a quienes lo aprovechen para aumentar beneficios.
El caso de las mascarillas
De esta forma, Podemos plantea fijar precios máximos a productos habituales de la cesta básica, siguiendo los pasos que ya dio el Ejecutivo con las mascarillas o los test Covid durante la crisis del coronavirus. Concretamente, el tope para cada uno de estos productos sería el marcado el 20 de febrero de 2022 y estaría vigente, “al menos” durante todo el presente año.
Además y con vistas a evitar que el pequeño comercio sufra situaciones de “tensión financiera”, la intervención en el mercado se acompañaría con ayudas directas al sector, como ya se hizo también en pandemia con la hostelería. Desde Podemos argumentan que esta vía sería la “más efectiva y justa” para garantizar alimentos a precios accesibles para las familias.
A su vez, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha defendido la viabilidad de la medida y ha remarcado que, para proteger a los productores, existe la ley de cadena alimentaria que prohíbe vender alimentos a pérdidas, evitando con ello la “tentación” que pudieran tener las grandes productoras de subir precios a costa de los agricultores o ganaderos.
En caso de que el PSOE, su socio de coalición no apoyara esta propuesta, y para facilitar que se alcanzase un acuerdo cuanto antes, los morados también se abren a estudiar una bonificación de los productos de la cesta básica, como se hizo con los carburantes, explican a Europa Press. Y dado que esta segunda vía implicaría destinar recursos públicos, Podemos afirma que debería completarse con otras dos medidas. La primera sería establecer un gravamen extraordinario a las grandes cadenas de distribución, análogo al aprobado para la banca y las empresas energéticas.
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