Audiencia Nacional

Camps afronta su último juicio pendiente del «caso Gürtel»: la adjudicación de Fitur 2009

La defensa del expresidente valenciano deberá contrarrestar la versión de los principales acusados, que han reconocido los hechos tras cerrar un pacto con la Fiscalía

El ex presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps afronta desde mañana en la Audiencia Nacional el último juicio pendiente del «caso Gürtel». Tras resultar absuelto del caso de los trajes y ver cómo otras ocho causas contra él han sido archivadas una detrás de otra, Camps deberá ahora convencer al tribunal de que no tuvo una «intervención directa» –como mantiene la Fiscalía Anticorrupción, que pide para él una condena de dos años y medio de prisión por prevaricación y fraude– en la adjudicación a la empresa bandera de la «trama Gürtel» en Valencia, Orange Market, del stand autonómico en la edición de Fitur del año 2009.

La defensa del exlíder del PP valenciano tendrá como principal objetivo contrarrestar las confesiones de alrededor de una decena de los 27 encausados, quienes tras alcanzar un pacto con la Fiscalía han reconocido los hechos a cambio de una rebaja en las peticiones de condena. Entre ellos, los principales acusados (todos ellos cumpliendo condena): el líder de «Gürtel», Francisco Correa; el que fuera su mano derecha, Pablo Crespo (exsecretario de Organización del PP gallego); el responsable de las empresas en la Comunidad Valenciana, Alvaro Pérez «El Bigotes» y el gerente de Orange Market, Cándido Herrero. Unas confesiones que apuntan a la intervención de Camps y que el expresidente valenciano intentará desbaratar reiterando la versión que ha mantenido desde el primer momento: que no tuvo nada que ver con la adjudicación bajo sospecha.

Según la Fiscalía Anticorrupción, Camps dio instrucciones a la entonces directora general de promoción institucional de la Comunidad Valenciana, Salvadora Ibars, para que se adjudicasen a Orange Market, el buque insignia de la «trama Gürtel» en Valencia, el montaje del expositor de la Comunidad Valenciana en Fitur por un total de 366.529 euros.

La confesión de Ricardo Costa

El relato de la Fiscalía en su escrito de acusación señala que los expositores que participaron en las reuniones anteriores a la ejecución de los contratos afirmaron que se les informó de que estos serían autorizados por Presidencia y que los llevaría la empresa de Álvaro Pérez Alonso, «el Bigotes», líder de la red Gürtel en Valencia.

Anticorrupción sostiene que esa adjudicación obedeció a un acuerdo previo por el que Correa, «El Bigotes» y Herrero consiguieron que Camps interviniera directamente para que el contrato del montaje del «stand de Grandes Proyectos» de Fitur de esa edición de 2009 fuera directamente adjudicado a Orange Market.

Camps ha terminado sentándose en el banquillo por esta causa después de que Anticorrupción solicitara a la Audiencia Nacional que reabriera las diligencias por las revelaciones de Correa, Crespo, «El Bigotes» y del ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa en el juicio por la financiación ilegal de las campañas electorales de los populares valencianos.

“Participación directa y personal”

La Sala de lo Penal del citado tribunal desestimó los argumentos de la defensa de Camps contra el auto de procesamiento dictado por el juez José de la Mata al advertir indicios suficientes de su «participación directa y personal» en la adjudicación «irregular», en la medida en la que «venía direccionando la adjudicación de la contratación de Fitur en favor de la empresa» de Álvaro Pérez «desde años atrás».

Los magistrados vieron acreditada la «estrecha relación» entre Camps y «El Bigotes» a consecuencia de la deuda que el PP de Valencia mantenía con Orange Market. De ahí que la Sala sostuviera que las adjudicaciones de esos contratos se produjeron «con la finalidad de ganar tiempo y calmar» a Álvaro Pérez ante sus continuos requerimientos, presionado por Correa y Crespo «para que se saldara la cada vez más voluminosa deuda del PP de la Comunidad Valenciana con Orange Market, que no era abonada, lo que creaba una situación difícil para la subsistencia de la empresa».