Defensa
Los drones toman tierra en España
El Ejército de Tierra ya tiene su primer UGV, el Themis, y el Ministerio ha puesto en marcha varios programas para desarrollar esta tecnología en el país
“Y entonces los robots comenzaron a invadir las calles…”, esta frase bien podría ser el comienzo de una novela sobre una actualidad distópica o una película futurista, pero lo cierto es que es el comienzo de una realidad y, al menos de momento, sin componentes apocalípticos. Robots drones terrestres en Defensa, UGV (Unmanned Ground Vehicle) es la denominación profesional, y ya no son cosa de ciencia ficción. Durante mucho tiempo cuando alguien escuchaba la palabra dron lo primero que se le venía a la cabeza era un aparato volador de pequeño tamaño. Ahora ese concepto ha evolucionado, y mucho.
España está apostando por este tipo de vehículos, de hecho, el Ejército de Tierra ya posee uno, se llama “Themis” y está fabricado por la empresa estonia Milrem Robotics. Esta plataforma está pensada para evaluar diferentes equipos y sistemas. Puede alcanzar una velocidad de 20 kilómetros por hora y cargar un máximo de 750 kilos. Mide 2,40 metros de largo, dos metros de ancho y 1,11 de alto. Su peso es de 1450 kilogramos y su fuerza de tracción de 1.100 kilogramos.
Este robot ya ha estado desplegado en diferentes zona de conflicto, por ejemplo en la operación “Barkhane” de Francia en Mali, un misión muy dura por las condiciones del terreno. Allí recorrió 1.200 km y estuvo 330 horas operativo en una zona donde las temperaturas alcanzan los 50 grados y el suelo es de roca volcánica.
En Ucrania también lo están utilizado y es muy útil para la evacuación de heridos y la limpieza de rutas sin poner en riesgo a más personal del necesario. La automatización de estas tareas con vehículos no tripulados minimiza los peligros y, además, permite que los soldados puedan dedicarse a otro tipo de actividades.
España quiere robots
La Dirección General de Armamento y Material (DGAM) puso en marcha hace dos años el programa “Escorpión”, una iniciativa para evaluar este tipo de vehículos. El objetivo es proporcionar a las compañías participantes una valoración objetiva de sus sistemas por parte de los potenciales usuarios futuros con la finalidad de aconsejar y aportar claves para evolucionar los desarrollos que puedan servirles a las Fuerzas Armadas. El Ejército de Tierra anunció en 2021 que quiere tener listos en tres años sus robots de combate y, en este contexto, la Brigada Rey Alfonso XIII evalúa diferentes propuestas.
Entre la tecnología que integra el primer robot del Ejército de Tierra está el sistema electroóptico “Oteos” de la empresa española Escribano, pero las aportaciones de nuestro país al sector de los drones terrestres no se quedan ahí. Las empresas Einsa y Sener Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) el UGV “Alano”, llamado así por la raza de perro autóctona española. Este proyecto está además impulsado por el Ministerio de Defensa, que ha destinado 600.000 euros a través de un contrato de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM).
El desarrollo de este sistema se enmarca dentro del programa de I+D Coincidente de la DGAM. El vehículo tiene una longitud aproximada de tres metros y la capacidad de transportar una carga útil de 650 kilos. Además, el UGV puede moverse a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora y desplazarse por pendientes de hasta un 70% y con inclinaciones laterales de hasta un 40%. La plataforma puede operarse de forma remota o bien puede desplazarse de forma autónoma.
Drones kamikaze
Entre las misiones que podrá realizar están las de vigilancia y reconocimiento, de transporte y de instalación de armas. Una de las capacidades que tendrá será la integración de los nuevos drones kamikaze que han irrumpido en el sector con tanta fuerza y que se hicieron populares por su utilización en conflictos como el de Ucrania o el de Marruecos en el Sáhara. El vehículo podrá almacenar estos drones y también lanzarlos.
LSanta Bárbara Sistemas (SBS) ha sido una de las pioneras en desarrollar este tipo de vehículos. Su robot “Mutt” ya está al servicio del Ejército estadounidense. El sistema tiene tres metros de largo, 1,5 metros de ancho y unos 80 cm de alto y está diseñado para subir pendientes del 60 por ciento e inclinaciones laterales del terreno del 30 por ciento. La autonomía del dron, dependiendo del tipo de baterías, varía entre los 30 y 60 kilómetros y la velocidad máxima es de unos 20 km/h.
Este robot dispone de tres modos de operación. En el primero, el operador se engancha mediante un cable situado en la parte delantera del vehículo, lo que permite al sistema reconocer los movimientos y seguir los pasos del soldado. Además, en operaciones dentro de la línea de visión, el control se realiza con un sencillo mando. Y ya en operaciones fuera de la línea de visión el sistema dispone de mando y control con una pantalla en la que el operador dirige los movimientos y ve el entorno a través de unas cámaras instaladas en el vehículo.
El vehículo está pensado para actuar dentro de un sistema de sistemas, es decir, operando junto con otras plataformas como podría ser el “Ascod” de cadenas de SBS. Y precisamente uno de los proyectos que se están gestando en la industria española de vehículos no tripulados tiene que ver con este “Ascod”.
La protección del combatiente como prioridad
El pasado mes de octubre se celebró el Toledo el Foro Ejército-Empresas (F2E+I), en el que Santa Bárbara Sistemas en colaboración con Sener mostró su programa para convertir el “Ascod” en una plataforma no tripulada. En el foro, el vehículo demostró sus capacidades en una operación de apertura de brecha en un campo minado, una de las misiones más peligrosas que se pueden llevar a cabo.
La ventaja de utilizar este tipo de sistemas es que, desde una posición segura y protegida, la tripulación puede conducir y colocar el vehículo en posición a través de una pantalla de control multifunción portátil remota.De esta forma la exposición al riesgo de los integrantes del vehículo en ese tipo de situaciones se reduce significativamente.
El robot lleva incorporado un sistema que permite su geolocalización en todo momento y la detección de los elementos que hay en el entorno en tiempo real, como puede ser el propio camino, otros vehículos u obstáculos y hasta señales.
La última convocatoria del programa Coincidente seleccionó, además del “Alano”, el proyecto Urban de Tecnologías, Servicios y Sistemas (TST), que servirá para labores de reconocimiento en entornos urbanos; y el “Reco” de Cohemo, desarrollado en colaboración la Universidad Carlos III de Madrid. Este robot tendrá diferentes cámaras tanto nocturnas como diurnas que permitirán a los pelotones avanzados en las zonas de conflicto detectar los movimientos de tropas hostiles sin necesidad de poner en peligro a nadie.
No son los únicos proyectos existentes en España, donde más allá de estos programas hay otros como el “R2T2″ de Star Defence Logistics Engineering (SDLE). Este robot cuenta con un novedoso sistema de tracción por oruga articulado que le permite variar su forma y desplazarse por lugares estrechos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar