Reunión de Alto Nivel

España y Marruecos afianzan una entente a prueba de crisis futuras

El Gobierno reivindica que la recuperación de las relaciones ha reducido un 31% la inmigración ilegal

«Histórica». Así definen, de manera insistente, en el Gobierno la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) que se celebrará mañana en Rabat. Un cónclave que debería producirse con carácter anual pero que lleva ocho años sin agendarse. Será, además, la primera del mandato de Pedro Sánchez, durante el que se ha vivido la «crisis más profunda» entre España y Marruecos, después de que la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en 2021 supusiera una abrupta ruptura de las relaciones. La situación se recondujo en 2022, con la declaración conjunta del 7 de abril rubricada entre Sánchez y Mohamed VI, después del giro perpetrado por el Gobierno en su postura sobre el Sáhara.

El apoyo explícito español al plan autonomista marroquí desencalló el profundo conflicto bilateral y el objetivo de la cumbre de este jueves en Rabat es «sentar las bases para un encaje definitivo» entre «dos socios estratégicos» para evitar así verse abocados a crisis recurrentes en el futuro. Se busca consolidar esta alianza y desarrollar el marco de las relaciones que se encauzaron hace menos de un año.

El presidente español aterrizará hoy en Marruecos acompañado de una nutrida representación del Consejo de Ministros, entre la que no hay ningún miembro de Unidas Podemos. Viajan los titulares de Economía, Transición Ecológica, Exteriores, Interior, Transportes, Cultura, Educación, Industria, Agricultura, Ciencia y Migraciones y lo hacen con una veintena de acuerdos bajo el brazo, que se rubricarán durante la RAN. La ministra de Justicia Pilar Llop, cuya presencia estaba prevista, no asistirá. Antes, esta misma tarde, el presidente Sánchez participará y cerrará junto al jefe de Gobierno marroquí, Aziz Akhannouch, un importante foro económico que pondrá en valor la relación comercial entre ambos países.

No en vano, Marruecos es el tercer socio comercial español, por detrás de EE UU y Reino Unido, y en 2021 se cerraron intercambios comerciales por valor de 17.000 millones de euros, 9.500 de exportaciones y 7.300 de importación. A la cabeza de la delegación empresarial española estaba previsto que viajara, junto al Gobierno, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que finalmente se ausentará por enfermedad. Sí lo hará el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet. Según Moncloa, los empresarios tienen «enorme interés en participar en proyectos de infraestructuras» en el país.

Ya mañana, se celebrará la cita netamente política. En el marco de la Reunión de Alto Nivel se producirán encuentros entre los jefes de Gobierno de Marruecos y España, acompañados por sus ministros. Esta RAN supone dar cumplimiento a uno de los grandes hitos a los que se comprometieron en la declaración del 7 de abril suscrita entre Sánchez y Mohamed VI. Durante este año se han celebrado reuniones y se han ido produciendo avances, que se prevé consolidar en esta cita, de la que saldrá una nueva declaración conjunta –«amplísima», «de profundidad y calado»– que todavía se está cerrando.

También se creará un comité de seguimiento de los acuerdos rubricados para fiscalizar el cumplimiento de los mismos, entre los que se encuentran cuestiones de calibre para España como las aduanas en las ciudades autónomas. Fuentes gubernamentales consideran un hito que se pudieran abrir las aduanas de Ceuta –de nueva creación– y Melilla –cerrada los últimos cinco años–, algo que consideran un «reconocimiento implícito muy importante para España», ya que solo se establecen aduanas con terceros países. En Moncloa aspiran a que durante la RAN se pueda profundizar en un calendario para futuras aperturas e ir avanzando en un tráfico ordenado y gradual, acabando con el «comportamiento atípico» que ha existido los últimos años y «que a ningún país le interesa».

Además de la conectividad, aérea y marítima, normalizada y la apertura del Paso del Estrecho, en el Gobierno español reivindican que la recuperación de las relaciones con Marruecos ha supuesto un impacto directo sobre la llegada irregular de inmigrantes a nuestro país. Un flujo que se ha reducido en un 31 por ciento gracias a una «buena y sólida cooperación policial». «Queremos migraciones ordenadas y que prime la legalidad», señalan fuentes gubernamentales. Esta reducción, la única que desciende, contrasta con el aumento que se ha producido en otras rutas migratorias: un crecimiento del 108% en la del Mediterráneo oriental; un 136 por ciento en la de los Balcanes o un 51% en el Mediterráneo central.

Unas cifras que constatan, a juicio del Ejecutivo, que la relación con Marruecos es beneficiosa para España y para la Unión Europea, como frontera sur. A esto hay que añadir el balance en el ámbito de la seguridad y de la lucha contra el terrorismo. La cooperación policial ha sido clave en los últimos diez años, durante los que se han producido 279 operaciones y 497 detenciones, según datos facilitados por el Gobierno, susceptibles de materializar atentados.