Fuerzas Armadas

Fuerte crecimiento del número de reclutas que hacen la “mili” en Marruecos

Durante un año, reciben instrucción castrense y en material profesional especializado, que les permite acceder al mercado laboral

Suspendido durante dos años debido a la pandemia de Covid, el servicio militar obligatorio en Marruecos es una realidad. Sólo en 2021 fueron 178.000 los registrados para hacer la “mili”, frente a los 133.000 de 2019, según informa el semanario Al Ayyam.

“El regreso del servicio militar obligatorio en 2019 fue una elección estratégica del Estado, que toma en consideración los cambios en el país y su entorno regional y global (…) y tiene como objetivo acentuar la contribución en grandes proyectos y permitir que los jóvenes se integren en la vida social y profesional”, subraya la publicación..

Suspendido durante dos años debido a la pandemia de Covid, el servicio militar obligatorio se reanudó en 2021 para registrar un considerable aumento de reclutas. “Los responsables de llevar a cabo esta operación han movilizado importantes recursos en términos de logística, infraestructura y supervisión. Esto explica la dotación presupuestaria que ascendió a 940 millones de dirhams (85 millones de euros), según las declaraciones del ministro a cargo de la Administración de la Defensa Nacional, Abdellatif Loudiyi”, agrega.

Es así como las FAR (Fuerzas Armadas Reales) se ocuparon de los reclutas durante todo el tiempo que duró el servicio militar obligatorio (12 meses) brindándoles alojamiento, alimentación y vestimenta. Durante la duración del servicio militar, los reclutas son sometidos a una formación teórica y práctica que incluye los conocimientos fundamentales relativos a las instrucciones militares generales, subraya.

Los objetivos de esta formación son desarrollar las capacidades físicas de los reclutas, fortalecer su educación cívica, mental y religiosa y brindarles formación técnica y profesional en diferentes especialidades. El curso de servicio militar comienza con una formación militar general de cuatro meses y finaliza con una formación profesional denominada “especialización” de ocho.

Al finalizar el servicio militar, los reclutas obtienen diplomas que les permiten un fácil acceso al mercado laboral gracias a los conocimientos y las lecciones teóricas y prácticas que han acumulado. Los reclutas más brillantes pueden unirse a los distintos cuerpos de las Fuerzas Armadas Reales.