La extinción de Ciudadanos amenaza siete feudos de Sánchez

El PP ha desembarcado este fin de semana en la Comunidad Valenciana con la misma pirotecnia que desplegaba en su etapa de más poderío al frente de las principales instituciones de esta autonomía. Un alarde de fuerza que busca alentar las expectativas de cambio y de un posible vuelco en el Gobierno de la Generalitat y también del Ayuntamiento valenciano. La maquinaria electoral de los partidos trabaja tomando como patrón unas encuestas privadas que colocan el foco de atención en las mismas «plazas». En clave autonómica, hay siete autonomías, todas ellas hoy dirigidas por la izquierda, en las que el resultado está muy ajustado y puede haber cambio.

En esos puntos calientes es donde los partidos están concentrando sus recursos. La Comunidad Valenciana es la batalla electoral más importante y su desenlace puede condicionar el estado de ánimo con el que PSOE y PP afronten las generales. Los datos demoscópicos que llegan a Génova dicen que el PP tiene opciones de hacerse con la Generalitat y el Ayuntamiento, más fácil en este segundo caso. Y los sondeos que maneja Moncloa apuntan en la misma dirección. En la comunidad, el PP podría sumar mayoría con Vox, todo depende de lo que ocurra con Compromís tras la salida de Mónica Oltra —dimitió como vicepresidenta y portavoz del Gobierno valenciano tras ser imputada por el supuesto encubrimiento del caso de abuso de su ex marido a una menor tutelada.

En la lista de gobiernos autonómicos en los que la foto final de la noche electoral puede inclinarse de un lado o de otro está también el de las Islas Baleares, donde la socialista Francina Armengol se enfrenta a un relevante ascenso de los partidos de la derecha. La penaliza la gestión y, sobre todo, su sometimiento a las exigencias nacionalistas. Parecida es la situación de otros dos feudos socialistas emblemáticos: Castilla-La Mancha y Extremadura. En el caso manchego, Emiliano García-Page necesita reeditar la mayoría absoluta porque Podemos no logrará ningún escaño, y se espera que Vox sí lo haga. Es lo que podría provocar el cambio a un Gobierno presidido por el PP. Y en Extremadura, Guillermo Fernández Vara también tiene delante el riesgo de perder la mayoría actual por muy pocos escaños.

En Aragón, las estimaciones demoscópicas indican que el PSOE de Javier Lambán aguantará, pero también dicen que el PP absorberá a Cs. En esta comunidad, el gobierno lo decidirán los partidos pequeños, sobre todo Teruel Existe. La absorción del voto de Cs por parte del PP también abre un interrogante en el futuro del Gobierno de Cantabria. Los estudios privados dejan en el aire la posibilidad de que el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), la formación que lidera Miguel Ángel Revilla, y PSOE sumen, e incluso señalan como hipótesis un eventual pacto PP-PRC.

Más seguro dan los sondeos el cambio en La Rioja, porque anticipan que Vox obtendrá representación y el PP podrá sumar con el partido de Santiago Abascal y desbancar al Gobierno del PSOE con apoyo de Podemos.

Mientras que la continuidad se impondrá, salvo sorpresa, en la Comunidad madrileña, donde Isabel Díaz Ayuso seguirá siendo la presidenta y la incógnita es su grado de dependencia de Vox. El PP regional trabaja con la idea de que la mayoría absoluta es posible, como ocurrió en Andalucía con Juan Manuel Moreno. La fotografía de Murcia es muy parecida a la de Madrid. El PP recogerá todo el voto de Cs y solo queda por saber si tendrá mayoría absoluta o dependerá de Vox. En Asturias, la división de la derecha en tres refuerza al PSOE: es la razón que se espera ayude a los socialistas a mantener el Gobierno, pese a que la primera posición está en disputa entre socialistas y populares

En Canarias, el PSOE gobierna con el apoyo de Nueva Canarias, Podemos y Agrupación Socialista de la Gomera. El PP puede ser la primera fuerza, pero no suma con Vox, y Coalición Canaria tendrá un papel decisivo. Por último, Navarra, uno de los emblemas del constitucionalismo en la etapa de lucha contra ETA. Hoy, los sondeos dicen que el Gobierno del PSN (PSOE) con apoyo de Geroa Bai y Podemos podría seguir, aunque está por ver si liderado por PSN y UPN.

Pronósticos variables

Los pronósticos están sometidos a variables, tanto en el campo de la izquierda como de la derecha. En el primer caso, no se sabe en qué estado llegará las relación entre los cohabitantes del bloque, una vez que Pablo Iglesias no se esconde en la guerra que ha declarado al PSOE y a la opción política que quiere representar la vicepresidenta, Yolanda Díaz. La división entre Díaz e Iglesias perjudica al PSOE y entorpece las posibilidades de que se reedite la coalición. En la derecha, es determinante hasta dónde llegue la extinción de Cs y la implantación que logre Abascal.

Como calentamiento de la campaña de las elecciones de mayo, Vox ejecutará su segunda moción de censura contra el presidente del Gobierno. Como ocurrió con la anterior, en octubre de 2020, no hay escaños suficientes para sacarla adelante y a Sánchez le servirá para aglutinar a su mayoría de investidura. De la primera salió reforzado, y habrá que ver ahora si cambia algo el hecho de que Vox presente como candidato al exdirigente del PCE Ramón Tamames. El PP está, a día de hoy, más cerca del «no» que de la abstención.