Un 54,9% de españoles, a favor de una moción de censura a Sánchez por el "caso Koldo"

El «caso Koldo», la presunta trama de corrupción destapada en el Ministerio de Transportes con el cobro de comisiones ilegales por mascarillas durante la pandemia, sigue lejos de amainar. De hecho, a medida que van apareciendo cosas, la posibilidad de que haya más dirigentes socialistas implicados crece y eso puede acabar castigando todavía más al PSOE. De momento, ya ha generado erosión y más de la mitad de los españoles considera que Pedro Sánchez merece una moción de censura tras el «caso Koldo», según una encuesta elaborada por NC Report para LA RAZÓN con 1.000 entrevistas hechas entre el 26 y el 29 de febrero.

En este sentido, un 54,9% de los encuestados cree que es conveniente una moción de censura a Sánchez, mientras que un 36% lo rechaza. Los electores del PP son muy claros y un 86,8% apuesta por esta iniciativa parlamentaria, aunque, de momento, no parece que Alberto Núñez Feijóo vaya a impulsarla ya que en el «caso Koldo» todavía hay muchas cosas por esclarecer. Feijóo tampoco cuenta ahora con aliados claros, ya que PNV o Junts siguen lejos de la órbita del PP, pese a que hay cada vez más cercanía en algunas cuestiones, tal y como reflejan algunas votaciones. En todo caso, de presentar una moción de censura, Feijóo contaría con el aval de sus votantes y también el plácet del de los de Vox (un 92,5% está de acuerdo).

En cambio, como es de prever, los electores socialistas rechazan esa iniciativa para desbancar a Sánchez del Gobierno: tan solo un 15,5% respaldaría una moción de censura.

Lo cierto es que el 57,8% de los encuestados considera que Sánchez tiene responsabilidades políticas en el «caso Koldo». En este sentido, cabe recordar que tanto Ábalos como su exasesor Koldo García han formado parte de su círculo más cercano desde que Sánchez emprendiera su camino hacia el liderazgo del PSOE. Tan solo poco más de un tercio (38,8%) considera que no debe asumir responsabilidades políticas (un 80,5% de los votantes del PSOE exime a Sánchez de responsabilidades políticas).

En cambio, las cosas cambian con Ábalos: un 61,4% de los encuestados cree que debe dimitir, pero hay bastante división entre los votantes del PSOE. Un 55,5% de los electores socialistas considera que debe dejar el acta de diputado (ahora se ha pasado al Grupo Mixto en el Congreso tras ser suspendido de militancia por el PSOE), mientras que un 44,5% cree que no debe de dimitir. Es decir, la decisión de Ábalos de mantenerse en el Congreso recibe el aval de casi el 45% de los votantes del PSOE, una cifra importante pese a que la dirección del partido le ha apartado aun sin estar imputado judicialmente.

Sánchez ha tenido un inicio de legislatura convulso tras verse obligado a ceder a los independentistas en la amnistía y ahora con la irrupción de la investigación judicial del «caso Koldo». Y los encuestados dudan sobre qué es peor entre la cesión de la amnistía (27,6%) y la presunta trama de corrupción (33,3%). Un 25,3% consideran que ambas están al mismo nivel. En este sentido, cabe recordar que el PP ha tildado la amnistía de «corrupción política» ya que entiende que es una cesión para dejar impunes a los responsables del «procés» a cambio de votos para que Pedro Sánchez sea presidente del Gobierno: de hecho, mirando a las respuestas, se puede comprobar cómo los votantes de PP y de Vox consideran peor la amnistía que el «caso Koldo». En cambio, los votantes socialistas ven peor la presunta trama de corrupción que la medida de gracia.

¿Qué efecto electoral puede tener el «caso Koldo» en las elecciones para el PSOE? A tenor de las respuestas, parece que puede tener un impacto importante porque casi uno de cada cinco de sus votantes dicen que la presunta trama de corrupción va a influir en su voto: en concreto, un 17,7% de los votantes del PSOE. En cambio, un 63,3% dice que no se sentirá condicionado por el «caso Koldo».

Con este inicio de legislatura tan convulso, se hace difícil que Sánchez pueda aguantar toda la legislatura (hasta julio de 2027), aunque hay mucha división entre los encuestados: hay un 43,7% que cree que sí va a resistir en el poder cuatro años, mientras que tan solo un 48% considera que no. De hecho, un 49,1% de los sondeados creen que este 2024 habrá presupuestos: para ello, el Gobierno debe de acabar de reconducir las relaciones con Junts ya que ahora mismo están más en duda que nunca tras el revés de la amnistía.

Además de la amnistía y del «caso Koldo», Sánchez ha tenido que asumir otro revés recientemente: el fracaso del PSOE en las elecciones gallegas. Sin embargo, su propio electorado parece que le «perdona» ya que tan solo un 22,8% le atribuye la responsabilidad de la derrota, mientras que un 49,5% se lo adjudica al candidato José Ramón Gómez Besteiro. Cabe recordar la gran presencia de Sánchez en la campaña y que el candidato es una persona de su máxima confianza, por lo que el peso del presidente del Gobierno en la derrota electoral es importante.

Si bien, la lectura que hacen los encuestados de las elecciones gallegas es que el crecimiento del BNG sí es responsabilidad de Sánchez ya que un 55,1% cree que el presidente del Gobierno está reforzando al independentismo. De hecho, un 27,5% de los electores socialistas también considera que su partido está equivocándose y está haciendo más fuertes a los separatistas, una circunstancia que ha empezado a generar movimientos dentro de las propias filas socialistas tratando de reivindicar su discurso socialdemócrata frente al nacionalismo.

Ante las turbulencias que está atravesando el Gobierno y el fuerte apoyo que refleja el estudio demoscópico en torno a una moción de censura a Sánchez, eso obliga al PP a dar un paso adelante, aunque todavía no cuenta con la fuerza suficiente porque Junts o PNV siguen alejados. Si bien, los encuestados también ven con buenos ojos que los de Feijóo puedan pactar cuestiones de carácter social y económico con Junts (en esas áreas tienen más margen de entendimiento y ya han votado juntos en algunas iniciativas esta legislatura, como la ley «antiokupas» de Feijóo). De hecho, un 56,6% de los electores populares dan el plácet al entendimiento con los posconvergentes, mientras que hay un 32,9% (un tercio) que lo rechaza.