El desafío independentista

9:17 horas, de la comisaría al furgón

El ex president y los ex consellers se presentaron en la comisaría de Bruselas y fueron trasladados sin esposas a la Fiscalía al «no existir riesgo de fuga»

La Razón
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El ex president y los ex consellers se presentaron en la comisaría de Bruselas y fueron trasladados sin esposas a la Fiscalía al «no existir riesgo de fuga».

9:17 de la mañana. Éste fue el momento elegido por Carles Puigdemont y los cuatro ex consellers para presentarse ayer de manera voluntaria en la sede de la Policía federal de Bruselas en la calle Royal, a escasos metros del Palacio de Justicia.

Una decisión consensuada entre la Fiscalía y sus abogados (se desconoce el número exacto de letrados que están asesorando a los antiguos miembros del Govern) que habían estado en contacto permanente durante las horas anteriores y con la que consiguieron dar esquinazo a los medios de comunicación, que no pudieron obtener imágenes de la entrega.

De hecho, la Fiscalía Federal había anunciado durante la jornada del sábado que la comparecencia voluntaria se produciría después de que hubiese sido designado el juez instructor y que esta decisión podría demorarse hasta la jornada de hoy. Confusiones aparte, la Fiscalía era conocedora de que los cinco arrestados permanecían en Bruselas, aunque no hay información fidedigna sobre su paradero en las horas anteriores a su entrega. La última aparición pública de Carles Puigdemont se produjo el pasado viernes en una entrevista grabada en la televisión pública francófona RTBF, celebrada a las cinco y media de la tarde, aunque fue emitida a las ocho de ese día. Precisamente en el mismo momento en el que la juez Carmen Lamela anunciaba su petición de euroorden recibida por la Fiscalía Federal que procedió la traducción de los documentos y a su estudio.

De la estancia de Puigdemont en la capital belga tan sólo se conoce dónde pernoctó la noche del lunes, en el hotel Chambord, a pocos metros de la Eurocámara. El jueves, mientras la juez Carmen Lamela interrogaba a los miembros de la Generalitat en España, Puigdemont tomaba un café en un local cercano al Parlamento Europeo. Su rastro se pierde hasta su llegada a la sede de la Policía federal.

Desde esta comisaria fueron trasladados a la Fiscalía en un furgón policial sin insignias visibles poco antes de las 14:00 horas y cuyo movimiento coincidió con la celebración de una rueda de prensa por parte de la institución. Entraron por la puerta trasera, lo que también posibilitó que pocos periodistas consiguieran verles y tomar imágenes. En ningún caso no fueron esposados, ya que según explicó ayer el portavoz de la Fiscalía de Bruselas, Gilles Dejemeppe, «no había ni riesgo de fuga ni para los policías que les acompañaban».

Al cierre de esta edición, se desconocía la identidad del juez instructor. La comparecencia fue privada, con la única presencia de sus abogados y el traductor. El juez instructor informó a los detenidos uno a uno sobre su decisión antes de comunicar su veredicto a la prensa, poco antes de medianoche. Carles Puigdemont salió del edificio en un furgón policial sin que los medios de comunicación pudieran tomar imágenes y ni él ni su abogado hicieron declaraciones a su salida. La expectación sigue siendo máxima sobre el ex president en la capital belga.