Abascal deja en el aire el apoyo de Vox al PP en una investidura de Feijóo

Máxima tensión en el bloque de la derecha por las negociaciones para la constitución de las Cortes, que puede tener réplicas importantes a lo largo de la recién estrenada XV Legislatura. La primera consecuencia puede que se vea en el corto plazo, ya que Alberto Núñez Feijóo tiene la intención de presentarse como candidato a la investidura. Si el líder popular acude a la ronda de consultas del Rey Felipe VI sin el respaldo garantizado de los 33 diputados de Vox, sus posibilidades de que sea propuesto por el Jefe del Estado para intentar la investidura merman. Las negociaciones para configurar la Mesa del Congreso han dejado los puentes entre PP y Vox muy dañados, aunque, según Santiago Abascal, no están en suspenso. Los ultraconservadores han salido muy mal parados porque se han quedado sin ningún asiento porque, según defienden los populares, tampoco «había ningún compromiso» para cederles votos para que obtuvieran alguno de los nueve puestos que hay en la Mesa del Congreso: finalmente, el PP se ha quedado con cuatro plazas, mientras que la izquierda logra cinco. Lo cierto es que los populares tampoco tenían otra opción porque si cedían a Vox, se quedaban muy probablemente sin el respaldo de la diputada de Coalición Canaria.

Ante este escenario, Vox ha rechazado votar a Cuca Gamarra como candidata a la presidencia del Congreso, algo que los populares no se esperaban. Esto ha dejado a la popular con 139 votos a favor: los 137 del PP y los diputados de UPN y Coalición Canaria. Los parlamentarios ultraconservadores han optado por votar a su candidato Ignacio Gil Lázaro y eso ha dejado una imagen de «ruptura» en la derecha que ha aprovechado el PSOE para retratar la «debilidad» del PP: «Feijóo entró diciendo que tenía 171 diputados y sale con 139. Ha sido incapaz de un acuerdo con nadie y es imposible que vaya a una investidura. Solo hay un presidente posible, que es Pedro Sánchez», ha señalado el portavoz del PSOE, Patxi López.

El PP cuenta con la vicepresidencia segunda y cuarta y las secretarías segunda y cuarta (Marta González, José Antonio Bermúdez de Castro, Guillermo Mariscal y Carmen Navarro). En la anterior legislatura, un diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro, fue vicesecretario cuarto. Tras este episodio de tensión entre PP y Vox, cabe ver ahora si hay margen para la reconciliación en un horizonte inmediato. De momento, Santiago Abascal evitó garantizar que los 33 diputados de Vox vayan a estar a disposición del PP y usó una fórmula inconcreta para referirse a ese supuesto: aseguró que sus votos están para «recuperar la normalidad democrática en España, incluso a cambio de nada», aunque no ha especificado si iban al PP. En este sentido, preguntado por si apoyará a Feijóo en una hipotética investidura, ha evitado responder. «Necesitamos explicaciones y respuestas», ha dicho, tras el plantón del PP a Vox. «Estamos algo perplejos porque no parece que impedir que la tercera fuerza política de España quede fuera de la mesa del Congreso sea precisamente recuperar la normalidad democrática y la neutralidad de las instituciones», ha añadido Abascal, que la pasada legislatura tenía 52 escaños.

En todo caso, a pesar de las diferencias entre PP y Vox, ambas formaciones coincidieron en el diagnóstico y en la situación de alarma que genera un nuevo acuerdo entre el PSOE y los independentistas. En este sentido, Gamarra ha acusado al presidente del Gobierno de «haber cedido a las pretensiones de los independentistas y le exige que revele hasta qué punto llegan». La secretaria general de los populares ha reclamado «luz y taquígrafos para que los españoles sepan qué ha cedido al independentismo para conseguir sus votos a cambio de la presidencia del Congreso». «Sánchez debe aclarar si va a haber amnistía y referéndum de autodeterminación», ha aseverado Gamarra, quien recuerda que estas son las exigencias del independentismo. Frente a las cesiones de Sánchez, Gamarra subrayó que «el mensaje que los españoles mandaron» en las pasadas elecciones del 23J, que el PSOE ha perdido frente al PP, era que «no querían que gobernase a toda costa» y se apostara por «la moderación, la estabilidad y el futuro compartido».

Abascal, por su parte, ha denunciado que «el golpe de Cataluña de octubre de 2017 se está perpetrando ahora desde La Moncloa». Y es que Abascal ha denunciado que con el resultado de la Mesa del Congreso, la «posibilidad de un Gobierno de destrucción nacional» entre el PSOE y los partidos nacionalistas está «mucho más cerca», ante lo cual ha asegurado que sigue ofreciendo su apoyo al PP para «recuperar la normalidad democrática», aunque sin especificar. Hace unas semanas, Vox ofreció al PP sus 33 escaños «gratis» para bloquear un gobierno del PSOE con los independentistas y poder construir una alternativa.