Tribunales

El abogado del novio de Ayuso niega que algún periodista le preguntase por el correo antes de su filtración

Carlos Neira confirma que envió el mail del pacto de conformidad, cuya difusión se atribuye a García Ortiz, al buzón general de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid y a la Abogacía del Estado

El abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso ha negado en su declaración que un periodista de "El País" le preguntase por la existencia del correo -que luego se filtró-, horas antes de que obrase en manos del fiscal general del Estado, tal y como confirman a LA RAZÓN fuentes jurídicas presentes en el interrogatorio.

Carlos Neira, que acudió como testigo en la causa contra Álvaro García Ortiz y la fiscal jefe provincial de Madrid, explicó que un redactor del citado periódico le contactó el día anterior a la filtración del 13 de marzo de 2024 para preguntarle únicamente sobre "un pago" a la Agencia Tributaria en relación a la inspección fiscal en la que representaba a Alberto González Amador.

Pero, precisó, en ningún caso se refirió al mail en cuestión, ni a que en el mensaje trasladase a la Fiscalía de Delitos Económicos Provincial de Madrid que "ciertamente se han cometido" dos delitos fiscales y que su intención era llegar a un acuerdo de conformidad.

Por otro lado, el fiscalista del empresario confirmó que envió la propuesta de pacto a la dirección general de correo de la citada Fiscalía; a la que era la fiscal decana de la Sección de Delitos Económicos, Virna Alonso, y a un abogado del Estado, Julián Martínez.

En cuanto a cómo se fraguó la propuesta de intentar un acuerdo para evitar una condena mayor, Neira ha declarado ante el juez Ángel Hurtado que la pareja de la presidenta madrileña le facultó para negociar y dejó en sus manos la estrategia.

Por ello, no le trasladó a González Amador que hubiese mandado el mail que después apareció en medios -y por cuya publicación se investiga por revelación de secretos a García Ortiz y a Pilar Rodríguez- y le informó de ello solo cuando, posteriormente, conoció que el fiscal Julián Salto llevaría su caso.

Siempre actuó -dijo- buscando que el expediente por la presunta defraudación de más de 300.000 euros en el Impuesto de Sociedades de una de las empresas del novio de Ayuso se resolviese de la manera más rápida y beneficiosa para su cliente. Pero también, como le pidió González Amador, para evitar que afectase a su pareja, la presidenta popular.

En cualquier caso, quiso dejar claro en su comparecencia en el alto tribunal que ni él ni nadie de su despacho, Garrido, compartió el correo con nadie más.

Las citadas fuentes jurídicas apuntan a este diario que en la testifical de este martes se ha visto que la intención de la defensa del fiscal general, que ejerce la Abogacía del Estado, es sembrar la duda de que también pudo ser la propia Abogacía la que compartió el mail con los medios de comunicación.

Una manera -según estas fuentes de solvencia- de exponer que no solo estuvo en facultades de filtrarlo el entorno de la cúpula del Ministerio Público, que es a lo que hasta ahora apunta la investigación.