En el Congreso

La actitud "chulesca" de María Jesús Montero, protagonista de la Sesión de Control al Gobierno

Desde las Nuevas Generaciones del Partido Popular acusan a la vicepresidenta de llamar "cabrón" a un diputado de los populares

María Jesús Montero lo ha vuelto a hacer. Durante la Sesión de Control al Gobierno celebrada este miércoles en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, se ha convertido en la protagonista de una jornada marcada por acusaciones y reclamos envalentonados tras las elecciones europeas del pasado 9 de junio.

Mientras Sánchez situaba a Feijóo al mismo nivel que a Abascal y al irruptivo Alvise para dirigirse al PP como la "ultraderecha", Montero aprovechaba la intervención de su líder para hacer todo tipo de muecas y aspavientos contra la bancada popular. "¡Tranquilo, tranquilo hombre!", gritaba a los populares de Núñez Feijóo, que respondían con risas.

La ministra no solo interrumpió con palabras, sino también con sonoras carcajadas y un aplauso que culminó en un "¡Muy bien presidente!", después de que este asegurase que ganará a "las tres ultraderechas" en las elecciones del 2027, un gesto que muchos han calificado de impropio para un miembro del Gobierno en pleno ejercicio de sus funciones.

Desde las Nuevas Generaciones del Partido Popular han acusado a la vicepresidenta de llamar "cabrón" a uno de sus diputados. A través de un vídeo resumen que recoge los gestos de Montero durante la sesión, los jóvenes del PP han subtitulado sus palabras para asegurar que, dirigiéndose a la oposición, la ministra formuló: "¿Qué estás diciendo? Qué cabrón".

La actitud de Montero ya fue protagonista el pasado mes de abril frente a las puertas de la sede del PSOE en la calle Ferraz, cuando el socialismo se reunió para expresar al presidente del Gobierno su apoyo luego de que este manifestara, a través de una primera carta a la ciudadanía, que se tomaría unos días de reflexión para decidir si seguía o no frente al Ejecutivo. Visiblemente exaltada, la socialista se golpeó en repetidas ocasiones el pecho mientras gritaba "¡Fuerza, fuerza!" con los puños entrelazados en alto frente a cientos de simpatizantes socialistas.