Hecatombe
Agónico final: Ciudadanos se hunde y desaparece de la política española
Tan solo resisten siete diputados, cuyas comunidades no han celebrado comicios este domingo. Seis en Cataluña y uno, Francisco Igea, en Castilla y León.
No por esperada una noticia su llegada impacta menos. Quien más y quien menos sabía del agónico final de Ciudadanos, de su desaparición tras estas elecciones. Pero ha sido hoy, 28 de mayo, cuando la percepción de muchos se tornaba en realidad. Con el 99,5% de los votos escrutados, la formación naranja deja de tener presencia en todas las autonomías y principales ciudades en las que aún tenía representación. Tan solo resisten siete diputados, cuyas comunidades no han celebrado comicios este domingo. Seis en Cataluña y uno, Francisco Igea, en Castilla y León.
Apenas 392 concejales en toda España, (2.395 concejales menos que en 2019) y sólo el 1,35% de los votos confirman la hecatombe naranja. Ni siquiera el buen hacer y el esfuerzo de la hasta ahora vicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís, el último estandarte de Ciudadanos ha conseguido darle la vuelta a la nefasta gestión de los últimos años. Atrás quedan ya los casi dos millones de sufragios y los más de 2.700 concejales obtenidos en 2019.
En Madrid la debacle tiene su mayor reflejo en el Ayuntamiento de la capital, ya que la formación naranja no contaba con ningún diputado regional. La número dos del triunfador de estas elecciones, José Luis Martínez Almeida, que revalida su cargo como alcalde de la ciudad, era el máximo exponente del partido junto a Inés Arrimadas o el otrora también candidato en Madrid Edmundo Bal. Los vaivenes políticos y las graves crisis internas del partido han provocado la debacle electoral en los municipios de Madrid, donde han perdido 241 concejales de los 256 que tenían.
Y visto lo ocurrido con Villacís, tampoco parece muy halagüeño el futuro de Francisco Igea, en Castilla y León.
Desastre en Cataluña
Pero si hay una plaza política donde más ha sufrido la formación, esa es Cataluña. Allí donde Ciudadanos nació y cogió forma. Allí donde la formación fue más perseguida, atacada y donde vivió su mayor gloria. Precisamente allí, han desaparecido por completo. La formación que fundó Albert Riveraha perdido los seis concejales que aún le quedaban en Barcelona; los dos de Girona; los tres de Lleida; y los cuatro de Girona.
Su agónico final no termina hoy, lo hará cuando Cataluña celebre sus elecciones autonómicas. Basta con recordar los 30 diputados que Ciudadanos perdió en 2021, para quedarse con seis. Y todo apunta a que en los próximos comicios autonómicos, su desaparición será total.
Ni Murcia, Aragón y Asturias, donde el listón electoral estaba en el 3%. Tampoco en Baleares, Madrid, Zaragoza, Palma, Albacete, Huelva... Ciudadanos no ha conseguido representación en aquellas ciudades donde aún guardaba esperanzas.
Villacís da la cara: "El partido no va a caer"
Begoña Villacís daba la cara ante los pésimos resultados de Ciudadanos y comparecía para mostrar su "enorme tristeza" por lo que ha tachado de una "derrota sin eufemismos". Y si bien felicitaba a Martínez Almeida por sus buenos resultados, lamentaba la entrada de "los extremos" como Vox.
Pero no comparecía sola. Emocionados, junto a Villacís, se encontraban el secretario general de la formación naranja, Adrián Vázquez, y el vicesecretario general, Mariano Fuentes, quien ha manifestado que "no es el resultado esperado" porque a partir de hoy "los extremos tienen más poder".
Tras el veredicto de las urnas en el que los ciudadanos les retiraron la confianza avisan de que «el partido no va a caer», aún, a pesar de la debacle y continuarán con el envite hasta diciembre. Ciudadanos va a seguir caminando en un alambre hasta las elecciones generales apostando por la última jugada, la del "All in" (ir con todo) para «centrar» gobiernos.
El fantasma de la herencia recibida
Ciudadanos se apoyaba en la premisa de ser buenos gestores cuando gobiernan, con unos candidatos de los que presumían que recibían ofertas de otros partidos y de no haber cometido «errores» en campaña obviando que aún les perseguía el «fantasma de la herencia recibida» donde el votante se sintió "abandonado" por la tibieza y los cambios de opinión dentro de sus políticas y decisiones, mociones de censura enmendándose a sí mismos en Murcia, amago de moción en Madrid, abandono en masa de líderes y afiliados, disputas internas por el liderazgo del partido o el goteo de miembros naranjas que son fichados por el Partido Popular.
Con utilidad o sin ella, los naranjas intentarán seguir teniendo voz tras haber constatado, como subrayaban, que el bipartidismo no perdura priorizando sus políticas para las clases medias, las familias, los que no llegan a fin de mes, los ciudadanos que se sienten asfixiados de impuestos, etc. Porque aún les queda representación en el Parlamento Europeo y en el Congreso con los que tener foco.
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