Ministerio de Defensa
Airbus seguirá con los vuelos de prueba del A400M pese al accidente
El Gobierno muestra su preocupación por la repercusión que el siniestro pueda tener en la industria
El trágico accidente de un avión A400M el sábado en Sevilla ha desatado cierto temor entre los países que ya cuentan con estas aeronaves de transporte militar. De hecho, Alemania (con una unidad), Turquía (con 2) y Reino Unido (con seis), han decidido suspender los vuelos hasta que se esclarezca qué ocurrió exactamente con el aparato siniestrado cerca del aeropuerto de San Pablo. Mientras, Francia, con seis de estos aparatos, sólo autorizará los vuelos que sean «extremadamente prioritarios». En el caso de España, que tiene comprometidas 27 unidades (de las que exportará 13), el Gobierno no tiene intención, de momento, de llevar a cabo ninguna actuación al respecto, puesto que las Fuerzas Armadas aún no cuentan con ninguno de estos aparatos, estando prevista la llegada del primero para el próximo mes de enero. El ministro de Defensa de Malasia, Hishamuddin Hussein, confirmó hoy la suspensión de las operaciones de la flota de Airbus A400M tras el accidente el sábado de uno de estos aviones en un vuelo de prueba en Sevilla.
"Sí, hemos dejado los nuestros en tierra hasta que sepamos más detalles", dijo Hishamuddin a la agencia Bernama.
Esta reacción de los países que ya vuelan con este moderno avión de transporte militar contrasta con la decisión de la propia compañía de mantener la misma actividad que hasta ahora, tanto en la producción como en los test que realizan una vez han sido montados y monitoreados.
En un primer momento, un portavoz de Airbus confirmó que el ensamblaje continuaría sin ningún tipo de variación, a la espera de saber qué ocurriría con las entregas pendientes (entre 14 y 18 previstas para este año) y las pruebas de vuelo. Sin embargo, a última hora de ayer, la empresa confirmó que continuarán con los test programados hasta que de las investigaciones se desprenda alguna evidencia que obligue a su suspensión. «Todo sigue según lo planeado», aseguran. Y, de hecho, anunciaron que se mantiene el vuelo programado para mañana en la ciudad francesa de Toulousse, donde la compañía Airbus cuenta con otra planta de montaje, en la que se ensamblan, entre otros, el avión A380.
Pero el miedo a un accidente como el de Sevilla no es el único temor de los gobiernos, que han mostrado su preocupación por la repercusión que pudiera tener en este ambicioso proyecto europeo, valorado en un primer momento en 20.000 millones de euros y que tras los sucesivos fallos y retrasos se ha encarecido hasta, al menos, los 24.000.
En lo que se refiere a España, el Ejecutivo no ha dudado en mostrar esa preocupación por las posibles consecuencias para la industria europea, en general, y española, en particular, informa Efe. Y es que, son muchos los millones en juego y 174 las unidades pedidas hasta el momento, de las que ya se han entregado 11 (la número 12, destinada a Turquía, es la que se estrelló). Desde Tedae, patronal del sector, piden prudencia a la hora de hacer valoraciones hasta que no se conozca qué pasó.
Sólo en la planta sevillana de la compañía se invirtieron cerca de 400 millones de euros en infraestructuras y equipamiento, y ha generado cerca de 1.000 puestos de trabajo. Unos 200 de ellos son los que se encargan directamente de las diferentes estaciones de la línea de ensamblaje.
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