Exteriores

Albares no consigue un compromiso con Marruecos para la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla

El ministro de Exteriores asegura que la relación con Rabat “nunca ha llegado a este nivel de fuerza, solidez y confianza”

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, deja Rabat, donde ha cerrado su primer viaje oficial de la legislatura, sin un compromiso de parte de Marruecos –ni un plazo concreto– para la apertura definitiva de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, que aguardan más de un año de inminente estreno. Tras el encuentro mantenido con Albares en la sede del Ministerio de Exteriores, el jefe de la diplomacia marroquí, Nasser Bourita, aseguró que “no es un problema de compromisos o político, es un problema de implementación técnica”. Una razón que ya había esgrimido el jefe de las aduanas marroquíes en una entrevista con un medio local a comienzos de junio de 2022. Entonces, el funcionario marroquí aseguraba que la geografía de los pasos fronterizos hacía imposible la instalación de las infraestructuras, aunque horas después rectificaría la tajante aseveración.

Por su parte, el ministro español de Exteriores dejó claro ante su homólogo marroquí que por parte de España “todo está listo” al respecto de la apertura de las citadas aduanas comerciales. No en vano, desde el Gobierno ya se había celebrado el “éxito” de la serie de pruebas piloto llevadas a cabo con el paso de mercancías en los meses de enero, febrero y mayo de este año. Al ser preguntado por la cuestión a lo largo de presente año, Albares ha aducido siempre la “complejidad” técnica del proceso, aunque lo cierto es que la ciudad de Melilla contó con toda normalidad con una aduana comercial desde 1959 hasta su cierre unilateral por parte de Rabat en agosto de 2018.

En cambio, como había ocurrido ya en las dos últimas citas gubernamentales, tanto la de abril de 2022 –semanas después de que el Gobierno respaldara por primera vez a Marruecos en su reclamación de soberanía sobre el Sáhara Occidental con la carta de Pedro Sánchez al Rey– como en la XII Reunión de Alto Nivel hispanomarroquí, Rabat se lleva el respaldo del Ejecutivo español respecto a la propuesta de autonomía con la que Marruecos confía en resolver a su favor el conflicto del Sáhara Occidental. Sin embargo, en ninguna de las dos citas, tampoco fue el caso en la jornada de este jueves, Marruecos hizo alusión explícita al reconocimiento de la soberanía española de Ceuta y Melilla.

El objetivo de la visita de Albares a Marruecos no era otro que impulsar la ambiciosa hoja de ruta pactada por ambas administraciones en las citadas cumbres bilaterales celebradas en Rabat tras la normalización de relaciones. Más de veinte meses de “nueva” e “inédita” etapa en las relaciones bilaterales que, sin embargo, han tenido más de buenas y elogiosas palabras –hoy ha vuelto a ser el caso— sobre el estado de la relación que de acuerdos concretos y logros palpables. No en vano, el ministro de Exteriores ha asegurado que las relaciones con Marruecos “nunca ha llegado a este nivel de fuerza, solidez y confianza”.

Además de su encuentro en la sede del Ministerio de Exteriores marroquí, Albares ha hecho la tradicional ofrenda en el Mausoleo de los Reyes de Marruecos, se ha encontrado con el jefe del Gobierno marroquí, Aziz Akhannouch, y ha tenido ocasión de inaugurar la maqueta de las nuevas instalaciones del Colegio Español de Rabat. Tras el encuentro con su homólogo Nasser Bourita, Albares se ha reunido con representantes de la Cooperación Española y con un grupo de empresarios españoles con interés por el mercado marroquí antes de la recepción con la comunidad española y autoridades locales en la Residencia de la Embajada. Albares pasará la jornada de mañana en Dakar, donde abordará con las autoridades locales el problema migratorio, antes de viajar a Nuakchot.