Análisis

"La alta participación no siempre beneficia a la izquierda"

Los expertos insisten en el éxito de la mayoría del PP en circunstancias nada favorables y con un cambio de liderazgo

La sede de Ferraz vacía durante la noche electoral gallega
La sede de Ferraz vacía durante la noche electoral gallega Gonzalo PérezLa Razón

Sin sorpresas en Galicia. El Partido Popular logró ayer su quinta mayoría consecutiva, y aunque rebaja levemente su resultado –pierde dos escaños– con respecto a la anterior convocatoria electoral, se puede hablar de un éxito mayúsculo. Así lo creen los expertos consultados por LA RAZÓN, quienes destacan la buena transición de liderazgo.

La participación en los comicios gallegos superó el 67%, disparándose un 18% más que en las elecciones de 2020, cuando se quedó en un 48,96%. Para los expertos, los resultados dejaron claro que no podemos establecer esa regla de tres de que los aumentos de participación siempre favorecen a la izquierda. Así lo cree Javier Martín Merchán, politólogo y profesor de la Universidad Pontificia Comillas, quien explica que «la participación y la victoria del PP demuestran que no siempre conlleva un resultado más favorable para la izquierda. De hecho, ya lo vimos en 2009 cuando el propio PP recuperó la Xunta gracias a ese incremento, que provocó un cambio a favor del PP. En este caso, vuelve a suponer una consolidación de la mayoría absoluta del PP».

De la misma opinión es Pedro Marfil, miembro de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), quien recuerda que «sabíamos que los populares iban a ganar las elecciones, pero estaba en el aire si lo hacían o no con mayoría absoluta. Normalmente hablamos de que cuando la participación aumenta suelen ser elecciones de cambio, sin embargo, en Galicia no ha ocurrido así. Lo que ha ocurrido es que ha aumentado la participación pero vemos que hay continuidad». En su opinión, entre los motivos que explicarían la falta de dinamismo en la comunidad gallega estaría que «hemos visto una campaña que, como casi siempre en España, se ha desarrollado en una clave muy nacional. En ese contexto, el desgaste del Gobierno ha pesado más que otros factores». En su opinión, «el desencanto con determinadas cuestiones a nivel nacional» está detrás del fuerte «desgaste de la marca PSOE».

No en vano, en lo que todos los expertos consultados por LA RAZÓN coinciden es en subrayar la debacle del PSOE. «El gran titular es que tenemos a un Partido Socialista con menos de un 15% en una comunidad autónoma. Es un boquete enorme, un nuevo suelo del Partido Socialista de Galicia, que venía del peor resultado y ahora consolida otro nuevo peor resultado de su historia». No en vano, la candidatura encabezada por José Ramón Gómez Besteiro se quedó con nueve escaños, cinco menos que los conseguidos en 2020. En este sentido, los expertos recuerdan que en la última década, el PSdG ha cambiado elección tras elección su candidato, que implica crisis internas y desmovilización. Además, señalan a la transferencia de voto dentro del bloque de la izquierda como otra de las explicaciones para el mal resultado de los socialistas gallegos.

Para Verónica Fumanal, presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), «estas elecciones se convocaron de forma adelantada para que el PP y, sobre todo Feijóo, tuvieran una victoria que, de alguna forma, reforzara el liderazgo del presidente del PP, y estos resultados así lo avalan porque se consolida la mayoría absoluta». Añade que «la fragmentación de la izquierda ha sido letal». En su opinión, el PSdG y Sumar llegaron «tardísimo a las elecciones». Hay que recordar que Podemos y Sumar habían llegado a un acuerdo para concurrir a los comicios gallegos, que posteriormente fue rechazado por las bases. Entre tanto, tan solo unos días después Podemos oficializó su salida de Sumar para pasar al Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados tras meses de desavenencias públicas. «Vemos que en las elecciones hace falta tener un proyecto creíble y a largo plazo, que haya pisado el territorio y que sea identificable», recuerda Fumanal. Justo ayer en el cuartel de Sumar alegaban sus malos resultados a la falta de tiempo para implementarse en la comunidad gallega.

En el lado opuesto, el gran vencedor de la izquierda en la noche del domingo fue el BNG. «Creo que el BNG ha hecho una magnífica campaña y que Ana Pontón ha sabido trabajar a nivel estratégico un proyecto creíble que se centra en su figura para concentrar el voto útil del cambio. Su trabajo ha tenido resultado. Por otro lado, las prisas y esos candidatos precipitados han sido tremendamente rechazados», subraya la presidenta de la Asociación de Comunicación Política.

Comentario aparte merece la irrupción en el Parlamento gallego de Democracia Ourensana. Para Verónica Fumanal supone una última lección: menos votos concentrados en una circunscripción son mucho más poderosos que más votos dispersados. «Ha sabido explotar ese agravio comparativo con otras provincias y ha explotado algunas técnicas de comunicación política populista, que han tenido su premio».

Por otro lado, Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de Atrevia, pone el acento en la idea del voto dual, es decir, cómo el PSOE parece que empieza a compartir con los partidos de la izquierda independentista una parte del electorado. «Se trata de una parte del electorado de la izquierda independentista que en las generales vota al PSOE porque lo ve más útil para frenar a la derecha española y en las autonómicas, al revés, hay una parte del votante del PSOE que considera que la opción de cambio es la izquierda independentista».