Congreso

La amnistía, el balón de oxígeno para el Gobierno en medio del "caso Koldo"

El PSOE comienza a detectar desgaste por la trama de corrupción y dirige todas sus fuerzas a la negociación con Junts

Votaciones del Congreso de los Diputados @Gonzalo Pérez Mata
Votaciones del Congreso de los Diputados @Gonzalo Pérez Mata Gonzalo Pérez Mata Fotógrafos

El goteo de informaciones sobre el sumario del caso Koldo va minando la moral de un Ejecutivo que trata de abrir una ventana que le de oxígeno en medio del escándalo.

La amnistía volverá a acaparar los focos esta semana en el Congreso de los Diputados. El plazo para que el PSOE y Junts lleguen a un acuerdo para llegar a la votación de la ley de amnistía concluye el 7 de marzo y aunque el Reglamento del Congreso ofrece un resquicio legal para prorrogar de nuevo el debate de la ley si no hay acuerdo con Junts, el PSOE, de momento, no prevé activar ese botón. En el PSOE y en el Ejecutivo existe una sensación de necesidad de pasar página, a la vez que sus socios advierten del revés que puede generar la trama corrupta para la legislatura.

Es por eso que la amnistía puede ayudar a frenar el desgaste que el Gobierno sí detecta por la trama de corrupción, al ser -sobre todo- el partido que se erigió como "implacable" e "impecable" contra la corrupción y que nació tras la moción de censura al PP en 2018 tras la sentencia del "caso Gürtel". Un deterioro mayor que el de la ley destinada a acabar con el procés es lo que comienzan a diagnosticar en Ferraz. Sobre las réplicas del “caso Koldo” en el partido y en el Gobierno, en ambas esferas imponen silencio absoluto con el fin de no ahondar todavía más la herida. Todo en un momento en el que el bloque de la derecha sitúa todos los focos en las responsabilidades del PSOE por el “caso Koldo” y a medida que se van conociendo las informaciones referentes a la compra de mascarillas en las Islas Baleares buscan cercar a la expresidenta y ahora presidenta del Congreso, Francina Armengol.

El Ejecutivo focaliza todos los esfuerzos en la negociación con Junts. Justo a días de que finalice el plazo, el Tribunal Supremo ha comunicado su decisión de abrir causa por terrorismo contra el expresident Carles Puigdemont en el caso “Tsunami Democràtic”. Una decisión que podría influir en el sentido de voto final de Junts el próximo 7 de marzo en la Comisión de Justicia. En Junts existe el temor a que si finalmente el expresident huido es imputado por terrorismo no pueda verse beneficiado por la ley de amnistía. Algo que rechazan en el Ejecutivo donde defienden que los hechos acaecidos el pasado 1-0 en Cataluña no fueron delitos constitutivos de terrorismo. En el Ejecutivo mantienen así su hoja de ruta y aseguran que “no hay ninguna sorpresa” en que el Supremo vaya a investigar a Puigdemont. “No provoca ninguna interferencia, ni para bien ni para mal”, aseguró la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero.

Fuentes gubernamentales al más alto nivel aseguran que la negociación para sacar adelante la ley de amnistía avanza en la buena dirección y mantienen discreción sobre los contactos con Junts con el objetivo de que la ley no descarrile. Este periódico ya informó de que el acuerdo está prácticamente hecho, aunque Junts quiere apurar los tiempos para tratar de arañar algún cambio más en la ley.

En el Ejecutivo, eso sí, ponen líneas rojas a los de Puigdemont y ya avisan que sin acuerdo previo, por si en el último momento se descuelga el partido independentista, no presentará la ley en el Congreso la próxima semana. En este sentido, cabe recordar que el delito de terrorismo y el delito de traición son los elementos que más obstáculos han generado en las negociaciones de las últimas horas porque hay causas abiertas por esos dos delitos que afectan a independentistas y, entre ellos, a Carles Puigdemont. Sin embargo, el PSOE no quiere ceder a las pretensiones de Junts porque es consciente de los riesgos que puede tener en Europa ya que la Justicia europea se deberá pronunciar próximamente, cuando los tribunales españoles presenten una cuestión prejudicial.