Comité Federal PSOE

Angustia en el PSOE tras la caída de Cerdán: "No hay plan, solo miedo"

La entrada en prisión del ex secretario de Organización del PSOE estrecha el cerco político sobre Pedro Sánchez

La decisión del magistrado Leopoldo López de enviar a prisión provisional al ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán es una onda expansiva de incalculables efectos penales y políticos. La grieta profunda en el PSOE se agrava sin que el partido visualice una hoja de ruta por parte de Moncloa para responder a una situación muy compleja y difícil. La sensación interna es de «angustia» porque no ven capacidad de reacción de Moncloa para contener los daños de la imagen de «cloaca institucional» que están ofreciendo. El problema es ya «estructural», pero la dirección sigue actuando con los viejos mantras de la etapa anterior y que se han quedado completamente desfasados en el contexto presente, hasta el punto de que, en algunos casos, «provocarían risa si no fuera porque nos estamos jugando el futuro del partido», sentencia un presidente autonómico.

En ese sentido, según reconocen varios cargos consultados por LA RAZÓN, el principal problema a ojos del partido es que no tienen una hoja de ruta clara para salir del agujero.

«Este último golpe ha sido durísimo. Nadie esperaba que se decretara el ingreso en prisión de Santos. Y es evidente que ahora mismo nadie sabe hacia dónde tirar ni qué decir», confiesa un dirigente regional que prefiere mantenerse en el anonimato.

En el PSOE no dejan de insistir en que Cerdán no es un militante cualquiera. Como él mismo ha defendido ante el juez, fue el arquitecto de los pactos de investidura, el interlocutor directo de ERC, Junts y Bildu, Su relación con Koldo García y con José Luis Ábalos viene de lejos y su papel como fontanero mayor del PSOE le convirtió en una pieza clave del engranaje que sostiene todavía hoy a Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno se limitó ayer a utilizar el argumento sabido sobre que su partido actúa de manera más contundente contra la corrupción que el PP y a incidir en que su colaboración con la Justicia será total. En un intento de circunscribir el problema a un mal comportamiento de los tres principales nombres señalados. Pero este discurso no convence ni a los propios, que lamentan que no haya una apuesta de mayor audacia para responder a una crisis de esa entidad.

La reunión del Comité Federal de este fin de semana se había previsto inicialmente como un acto de reafirmación interna, pero se ha convertido en una bomba de relojería política.

Varios barones ya han pedido a Ferraz una respuesta rápida y contundente. Se han publicado varios manifiestos reclamando la convocatoria de elecciones, y hasta en el entorno del presidente hay quien sostiene que la salida más razonable es convocar un congreso extraordinario, celebrar primarias y efectuar un cambio en la Secretaría General. El problema es que esto resulta contradictorio con los que, por otro lado, están filtrando desde Moncloa que el presidente sigue siendo una figura resiliente y tiene incluso intención de presentarse de nuevo a las próximas elecciones generales.

«Nos estamos quedando sin relato y sin defensa», resume con crudeza un diputado del ala más crítica del PSOE. La sensación de parálisis es total.

Y lo peor, dicen algunos, es que ninguno de los que mandan parece temer un plan para salir del lodazal. Con el agravante, de que la investigación de la UCO sigue abierta y que lo que se viene no mejorará la situación política del líder socialista ni tampoco la posición penal de los ya señalados, sin que se descarte que puedan verse afectados otros altos cargos del partido.