Fin de ETA

Archivadas más de 60 denuncias por homenajes a ETA desde 2018

Dignidad y Justicia plantea que se actúe por humillación a la víctima para que no sean rechazadas por la Fiscalía.

Javier Ugarte se pasea por la calle central de Orozco, jaleado por cientos de personas, camino de la Herriko Taberna, sede de la Izquierda Abertzale
Javier Ugarte se pasea por la calle central de Orozco, jaleado por cientos de personas, camino de la Herriko Taberna, sede de la Izquierda Abertzalelarazon

Dignidad y Justicia plantea que se actúe por humillación a la víctima para que no sean rechazadas por la Fiscalía.

La Asociación Dignidad y Justicia presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional para que se investigue si en el recibimiento del etarra Javier Ugarte en Orozco (Guipúzcoa) se produjo un delito de humillación contra José Antonio Ortega Lara.

Según manifestó a LA RAZÓN el presidente de dicha Asociación, Daniel Portero, se trata de que la Fiscalía promueva la declaración ante la Audiencia Nacional del funcionario de prisiones para que pueda manifestar si se sintió humillado por lo ocurrido el domingo en Orozco.

Tras la salida de la prisión de Topas, en Salamanca, del etarra, un grupo de personas protagonizaron el primer recibimiento. Era el antecedente de lo que ocurrió después ante la pasividad de la Ertzaintza, que es la Policía que tiene las competencias en esta materia en ese territorio.

El propio Ayuntamiento de la localidad, gobernado por Eh Bildu, había anunciado la excarcelación y la llegada a Orozco de Ugarte, lo que era una forma de convocar a la población.

En la calle principal, cientos de personas formaron un pasillo con ikurriñas, pancartas a favor de los presos y lanzamiento de bengalas y cohetes. Después, Ugarte entró en la Herriko Taberna, la sede la Izquierda Abertzale, donde continuó el homenaje a puerta cerrada.

Ertzaintza

Los hechos, según han informado a este periódico fuentes antiterroristas, presentan un cuadro evidente de enaltecimiento del terrorismo y apología. Lo que ocurre es que tanto la Fiscalía como el juez tienen que actuar en función del atestado que pueda haber realizado la Ertzaintza. Ya el día anterior, en Hernani, y con hechos similares en el recibimiento de José Javier Zabaleta, «Baldo», no apreció enaltecimiento del terrorismo.

Daniel Portero subrayó que durante 2018 y lo que va de 2019, su asociación ha presentado un total de 60 denuncias y querellas por recibimientos a presos y otros hechos susceptibles de ser calificados de enaltecimiento, sin que en ningún caso hayan sido admitidos por la Justicia.

Ante esta circunstancia, en el caso de Orozco la denuncia se presenta por humillación a José Antonio Ortega Lara.

La propuesta consiste en que el funcionario de prisiones, que permaneció secuestrado por ETA, preste declaración y manifieste ante el fiscal y ante el juez si, como es evidente, se sintió humillado por lo ocurrido en la localidad guipuzcoana.

A partir de ese momento, la Justicia podría actuar contra los organizadores y asistentes al recibimiento de Ugarte: el mismo Ayuntamiento y, tal y como adelantó este periódico, Jesús María Zabarte Arregui, «Garratz» y «Carnicero de Mondragón»; «Baldo» y, según algunos medios, José Antonio López Ruiz, «Kubati», destacados etarras, que se encontraban presentes en el acto de recibimiento.

Las fuentes consultadas han subrayado la circunstancia de que, en el plazo de 48 horas, dos localidades gobernadas por Eh Bildu hayan protagonizado hechos que pueden ser constitutivos de delito y que, en cualquier caso, ofenden gravemente a las víctimas del terrorismo.

Los mensajes que lanzan los responsable de la antigua Batasuna, hoy reconvertida en Sortu dentro de Eh Bildu, son de triunfalismo, por los resultados de las últimas elecciones y, en especial, por lo ocurrido en Navarra, ya que con su abstención van a favorecer un Gobierno del PSN.

A este respecto, los recibimientos en Hernani y Orozco pueden ser interpretados como un «acto de fuerza» para dejar claro que eventuales apoyos políticos no les van a apear de lo que ha sido su línea de actuación en los últimos años.

Dichos apoyos políticos deben tener, en la interpretación de la izquierda abertzale, una serie de compensaciones, porque no se da «algo por nada», según las mismas fuentes.

Por ello, se considera prioritario que desde la Justicia se de respuesta a este tipo de «provocaciones», con el fin de dejar claro que no pueden saltarse el Estado de Derecho y humillar a las víctimas del terrorismo en particular, dentro de la estrategia para lograr sus fines separatistas.