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Dos testigos apuntan a Oukabir como pieza clave de los atentados

Pese a que siempre ha negado participar en los hechos, fue visto en la vivienda de Alcanar

Dos de los terroristas en la casa de Alcanar
Dos de los terroristas en la casa de Alcanarlarazon

Pese a que siempre ha negado participar en los hechos, fue visto en la vivienda de Alcanar.

Dos testigos protegidos identificaron ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu a Driss Oukabir, a cuyo nombre estaba la furgoneta que se utilizó para el atropello masivo en las Rambla, en compañía de Younes Abouyaaqoub, el yihadista que murió cuatro días después del brutal atentado en Barcelona. Uno de esos testigos los reconoció como quienes descargaron material –resultó ser componentes para la confección de explosivos y bombonas de butano– de la furgoneta para ocultarlo en la parte trasera de la vivienda de Alcanar que servía como lugar donde los yihadistas se reunían para planear los atentados. La explosión que se provocó en esa casa ocasionó la muerte de uno de ellos.

Driss Oukabir, actualmente en prisión provisional, siempre ha negado su participación en esos atentados y siempre ha mantenido que se limitó a alquilar la furgoneta a Younes Abouyaaqoub, uno de los autores materiales del atentado.

Este testigo protegido, vecino de Alcanar, además de identifidcarle fotográficamente, aseguró al magistrado que vió a Driss Oukabir «varias veces» durmiendo «en un colchón» en esa vivienda. Cuando fue preguntado por el último día en que le vio, el testigo no supo concretar la fecha exacta, pero sí manifestó que le veía con frecuencia cuando iba por la tarde «a la playa». Además, aseguró que se cruzaron varias veces en la localidad, pero que no entablaron conversción en ningún momento. Sólo decían «hola y adiós», señaló.

«Muy nerviosos y tensos»

El otro testigo que declaró es un camarero de un bar de carretera situado en la autovía que une Barcelona y Ripoll. El 16 de agosto, el día anterior al atentado, Younes y Oukabir, a los que identificó fotográficamente, se situaron en una mesa desde la que tenían un control total de la entrada y del parking y pidieron dos cafés cortados. Fue la única consumición en la hora que permanecieron en el local. En el parking tenían la furgoneta, de la que estaban muy pendientes. Observó que ambos estaban «muy nerviosos», tensos y hasta sudorosos. Cuando se produjo el atentado reconoció a esos sospechosos como quienes habían estado en el bar, por lo que llamó a Emergencias para ponerlo en conocimiento. Posteriormente, declaró ante los Mossos d´Esquadra, donde ya les identificó.

En su declaración de ayer ante el juez Andreu manifestó que Oukabir era el que tenía más protagonismo en la conversación que mantenían, como si intentara convencer de algo a su interlocutor, aunque en ningún momento se trataba de una discusión entre ellos. En todo caso, reconoció que no pudo oír nada de la conversación porque se callaban cada vez que se acercaba a la mesa donde estaban, pero, eso sí, incidió que era una conversación muy «tensa».

El comportamiento de Younes y Oukabir fue tal que este camarero pensó que la intención que tenían no era otra que la de robar en el bar. De hecho, el testigo asegura que le llamó la atención que ese día jugaba el FC Barcelona y apenas prestaban atención al televisor.