Política

El desafío independentista

Artur Mas comienza la formación de los «embajadores» catalanes

Artur Mas comienza la formación de los «embajadores» catalanes
Artur Mas comienza la formación de los «embajadores» catalaneslarazon

La Generalitat ha creado su diplomacia propia, bautizada como Diplocat, con el objetivo de representar los intereses de Cataluña por el mundo. Si bien su apuesta inicial era utilizar «voluntarios» para ayudar al gobierno catalán a explicar en el extranjero el proceso soberanista así como buscar adeptos para la causa, también apuesta por formar a su propio personal experto en relaciones internacionales.

Diplocat ha puesto en marcha una convocatoria, dotada de 100.000 euros, para becar a tres estudiantes que quieran realizar estudios internacionales de postgrado. La partida para apoyar a los que bien pueden acabar como «embajadores» catalanes sale del presupuesto de este organismo, según reza el artículo 3 de la convocatoria publicado ayer en el Diario Oficial de la Generalitat (Dogc). Por su parte, entre los requisitos que pide el gobierno que encabeza Artur Mas a las personas que estén interesadas figura que los estudios se tendrán que realizar fuera de España.

Diplocat fue presentado en febrero como la diplomacia «amateur» de la Generalitat cuyo fin es buscar apoyos en el extranjero a la causa soberanista. Su director, Albert Royo, ex «embajador» del Govern en Bruselas, afirmó antes de celebrar unas charlas en París que «queremos ofrecer una aproximación rigurosa y académica al proceso iniciado en Cataluña». La idea es ejercer una «diplomacia moderna», alejada «del mantel y las cuberterías» que critica la Generalitat.

La convocatoria de las becas, que antes se hacían fuera del «servicio diplomático» y con unos requisitos más neutros, asegura que Diplocat establece el programa «con la voluntad de formar especialistas en cuestiones relativas a las relaciones internacionales, que puedan colaborar en la proyección internacional de Cataluña y de su diplomacia pública». El estudiante deberá realizar el postgrado «en un centro situado en cualquier país del mundo fuera del Estado español».

Licenciados en Cataluña

El programa «va dirigido a graduados universitarios interesados en profundizar su formación en materia de relaciones internacionales y diplomacia pública», añade la convocatoria, que se plasmará el próximo curso académico. Los estudiantes interesados pueden presentar sus solicitudes hasta el 27 de junio y Diplocat les pagará la matrícula del curso en el centro escogido hasta un máximo de 15.000 euros, más otra parte cuya dotación será de máximo otros 15.000 euros.

Un requisito indispensable para lograr la beca es «haber obtenido una titulación universitaria de grado superior de una universidad situada en Cataluña o de un centro de enseñanza superior adscrito a una universidad situada en Cataluña». También pide la Generalitat estar empadronado en Cataluña antes del 1 de diciembre de 2011 y tener nacionalidad «de uno de los estados miembros de la Unión Europea, del Espacio Económico Europeo o de los países candidatos a la adhesión».

Diplocat se presenta como un consorcio público-privado, pero es la Generalitat quien tiene la voz cantante. De hecho, consultadas otras administraciones –están presentes los ayuntamientos de las cuatro capitales catalanas y las diputaciones– sobre sus actividades siempre responden que es la Generalitat quien conoce el día a día de este organismo.

La diplomacia catalana apuesta por aprovechar la estructura exterior que mantiene el gobierno catalán con sus cinco «embajadas» en París, Londres, Berlín, Nueva York y Bruselas, así como la red de más de 30 oficinas comerciales, como una pieza clave de cara a buscar adeptos en el extranjero para convocar la consulta.

Una de las primeras acciones a nivel interno que hizo Diplocat fue elaborar un documento para sus colaboradores en el que definen a España como un país «caótico» que oprime los sentimientos de los catalanes, maltrata económicamente a Cataluña y se niega a negociar con un movimiento pacífico. Por su parte, la primera acción en el extranjero tuvo lugar en París, donde organizó una conferencia bajo el título de «La ley al servicio de los pueblos: el derecho a decidir de Cataluña», celebrada en el Instituto de Estudios Po, con el profesor del Instituto Guillaume Tusseau como anfitrión y con el filósofo Josep Ramoneda como ponente junto a Albert Royo, y Muriel Casals, la presidenta de la institución catalanista Òmnium Cultural.