Cataluña

Así vive la policía las protestas en Cataluña: jornadas de 17 horas y escraches continuos

El desafío soberanista lleva al sindicato mayoritario de la Policía Nacional, JUPOL, a denunciar las condiciones

Varios agentes de la Policía Nacional en Cataluña, en el aeropuerto de El Prat
Varios agentes de la Policía Nacional en Cataluña, en el aeropuerto de El Pratlarazon

El desafío soberanista lleva al sindicato mayoritario de la Policía Nacional, JUPOL, a denunciar las condiciones

La tensión y el ambiente convulso no sólo se respira en Cataluña, sino que se palpa, se ve. Tras conocerse ayer por la mañana la sentencia del “procés” que condenaba a los acusados por delitos de sedición y malversación, las calles de la Comunidad Autónoma se llenaron de gente que clamaba contra el fallo del Supremo. Miles de personas denunciaron lo acontecido y se produjeron altercados en múltiples enclaves, como en la estación de Sants o el aeropuerto del Prat. La policía, encargada de controlar la agitación que allí reina, ha denunciado la situación que viven allí a través de su sindicato mayoritario, Jupol.

La cuenta de Twitter del organismo ha denunciado las “jornadas abusivas” de los agentes de Policía Nacional en Cataluña. La queja versa, fundamentalmente, sobre tres puntos; sobre las horas trabajadas, que superan las 17 horas diarias; sobre la no retribución de estas como horas extraordinarias a los agentes destinados allí; y sobre la prevención de “escraches, caceroladas y medidas de presión en los centros de descanso”.

Además, en el mismo documento exigen al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, “el ingreso en la Orden del Mérito Policial con Distintivo Blanco de todos los agentes que participan en estos operativos, así como a los que participaron en 2017 en la Operación Copérnico”. Esta última es el nombre en clave con el que se conoció al dispositivo policial enviado por el ministro popular Juan Ignacio Zoido en el año 2017 para aplacar el desafío soberanista.

Además, agentes allí destinados han mostrado las dietas recibidas después de las exhaustivas jornadas laborales. Un bocadillo, un sandwich, una manzana, una bolsa de patatas fritas, una fruta y una botella de agua para agentes de Policía con hasta 17 horas continuadas de trabajo. Sin embargo, estas comidas no han sido proporcionadas por la propia Policía, tal y como denuncia JUPOL.