ETA
«Ata» mató a los guardias como muestra de poder
Carrera era el ayudante de «Txeroki» y ambos despreciaban a los «políticos» de «Thierry»
Mikel Carrera, «Ata», el «lugarteniente» de Garikoitz Azpiazu, «Txeroki» en el «aparato militar de ETA, tomó la decisión en cinco minutos, pero, cuando salió de la cafetería, acompañado de Saioa Sánchez, «Hintza», y Asier Bengoa, «Pagadi», estaba resuelto a asesinar a los dos agentes de las Fuerzas de Seguridad españolas que creía haber identificado en el local y que se encontraban en el exterior.
Detrás de la decisión de «Ata», además del odio que ETA siente por los policías y guardias civiles españoles, estaba la estrategia de dar un «golpe en la mesa» en el seno de la «dirección» de la banda, en la que en esos momentos se producían duros enfrentamientos. Pretendía, y lo consiguió, que dicha «dirección» tuviera que asumir (la banda emitió un comunicado en el que se reconocía autora de la acción criminal) un atentado de gran repercusión por haber sido cometido en Francia contra agentes españoles.
Según se recoge en el acta de instrucción que sobre el atentado han elaborad o los jueces Laurence Le Vert e Yves Jannier, a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, se recuerda que la detención, el 20 de mayo de 2008, de Francisco López, «Thierry», jefe del «aparato político» de ETA, en Burdeos, permitió el descubrimiento de una serie de documentos que probaban los graves enfrentamientos que se habían producido en el seno de ETA tras la ruptura de la negociaciones con el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Y la condición de jefe de «Ata» para adoptar decisiones como el asesinato de los guardias.
En concreto, se incautaron un gran número de soportes, entre los que figuraban un micro USB «Sony» y una microtajeta de memoria flash de la marca «Transcend». La exploración de estos soportes informáticos permitió el descubrimiento de numerosos documentos internos de ETA y, entre ellos, los ficheros denominados «Garbi solasteko garaia» («Ya es hora de hablar claramente»); «Salaketa» (Denuncia/acusación); «27 Koari erantzuna» («Respuesta al del 27); «Aupa Baigura 805», («Saludo Baigura 805»), «TXR kiri» (TXRki, abreviatura del seudónimo «Txeroki») y «Krisi Kronika» («Crisis crónica»).
Estos documentos ponían de manifiesto el grave enfrentamiento que mantenían «Txeroki» y «Ata» con «Thierry», al que apoyaban Igor Suberbiola y Ainoa Ozaeta. Los cinco conformaban entonces la «dirección» etarra.
Los jueces franceses consideran que, pese a decidirlo en un escaso plazo de tiempo, de unos cinco minutos, hubo premeditación en el asesinato de los guardias. Ni a «Txeroki» ni a «Ata» les sirvió de nada (salvo para ampliar su historial criminal); y tampoco a los otros tres. Todos ellos están detenidos.
Otra de las evidencias que los jueces galos incluyen en su auto es la «kantada» que Saioa Sánchez Iturregui realizó desde la cárcel. La «kantada» es el escrito que los miembros de ETA, una vez ingresados en prisión, tienen que enviar a la «dirección» de la banda con todos los detalles de cómo se produjo su detención. En el caso de «Hintza» señalaba, entre otras cosas, que «como me encuentro en aislamiento, este informe será técnico, a causa del riesgo de caída (que pueda ser interceptado por los funcionarios de prisiones). Los polis no saben nada de lo que no figura aquí, de lo referente a nuestro trabajo; por lo tanto, no voy a daros explicaciones sobre las decisiones tomadas y sobre los desplazamientos». «De lo que los perros de los polis me acusan y de sus pruebas: todo, la acción de Capbreton, el rapto de la histérica (una mujer francesa) y el robo de su coche (...) por el momento no tienen nada.Tienen la descripción pero, sobre todo, la ropa y no el físico. No han encontrado el coche de la histérica».
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