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Crimen sin resolver

«Ata» quiere saber la identidad de los testigos protegidos que le señalaron por el asesinato de Giménez Abad

La defensa del exjefe de ETA reclama a la Audiencia Nacional que le revele quién lo identificó como autor de los disparos

El exdirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, "Ata", en un juicio en la Audiencia Nacional
El exdirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, "Ata", en un juicio en la Audiencia NacionallarazonLa Razón

El ex jefe «militar» de ETA Mikel Carrera Sarobe, «Ata», ha pedido a la Audiencia Nacional que le revele la identidad de los seis testigos protegidos que le identificaron como el autor de los disparos que acabaron con la vida del senador Manuel Giménez Abad en 2001. Así lo reclama su abogado en el escrito de defensa que ha presentado ante la Sección Primera de la Audiencia Nacional, que será la encargada de celebrar el juicio contra el terrorista y la también etarra Itxaso Zaldua –para quienes la Fiscalía pide una condena de 30 años de prisión– por el asesinato del entonces presidente del PP de Aragón, uno de los 279 crímenes de ETA que continúan sin resolver.

En el escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, el abogado de «Ata», Jaione Carrerra, asegura que los hechos que se le imputan –haber disparado a bocajarro a Giménez Abad cuando se dirigía junto a su hijo Borja, menor de edad, al estadio de la Romareda a ver un partido del Real Zaragoza el 6 de mayo de 2001– no son ciertos, por lo que «no existe delito alguno» y reclama al tribunal su libre absolución.

El letrado pide a la Audiencia Nacional que le facilite las identidades de los seis testigos protegidos que en su día identificaron a «Ata» –que actualmente cumple cadena perpetua en Francia, que tendrá que autorizar su entrega a España para ser juzgado– como el autor de los disparos. Conocer su identidad con antelación, argumenta, es «necesario» para poder ejercer su defensa con las debidas garantías y sin vulnerar el ejercicio de ese derecho fundamental.

[[H3:«Confrontar su fiabilidad y credibilidad»]]

El abogado de Carrera Sarobe mantiene que sin disponer de sus identidades le resulta imposible «confrontar su fiabilidad y credibilidad» para acreditar, en su caso, las circunstancias que pueden condicionar el valor probatorio de sus testimonios, garantizando así «los principios de contradicción e igualdad de armas».

La defensa del exdirigente de la banda terrorista hace hincapié –invocando jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en que el anonimato del testigo debe ser en el juicio «absolutamente excepcional», adoptándose solo con carácter restrictivo.

Pero, sobre todo, señala que sus declaraciones se han llevado a cabo en algunos casos de forma «sorpresiva» más de 16 años después del asesinato de Giménez Abad. Unas identificaciones que resultaron cruciales para procesarle por el atentado. Sin saber quiénes son y desconociendo parte de sus testimonios, el abogado de «Ata» considera difícilmente podrá probar que incurren en posibles causas de «parcialidad u hostilidad» o examinar su credibilidad.

Pide incorporar tres informaciones de LA RAZÓN

Entre los testigos que propone la defensa del exjefe de ETA figuran Borja Giménez Larraz (cuyo testimonio también han solicitado las acusaciones), que acompañaba a su padre cuando fue asesinado, y tres personas con las que pretende acreditar que –como aseguró al juez Santiago Pedraz– el día del atentado se encontraba en una fiesta popular a favor de las ikastolas, el «Herri Urrats», en la localidad vascofrancesa de Senpere.

Asimismo, propone que se incorporen a la prueba documental varias informaciones periodísticas, entre ellas tres noticias publicadas en LA RAZÓN sobre el retrato robot del asesino del político aragonés y en relación a su identificación como el autor de los disparos por parte del propio Borja Giménez Larraz y varios testigos protegidos.

Por último, y como hizo también Itxaso Zaldua (defendida por el mismo abogado), cuestiona que cuatro informes de Policía y Guardia Civil de 2015 a 2020 se consideren –como reclaman la Fiscalía, Dignidad y Justicia y AVT– como periciales de inteligencia. Y es que en su opinión no suministran al tribunal «conocimientos especializados» sino que están trufados de «interpretaciones y juicios» sobre valoraciones que solo corresponde hacer al tribunal una vez valoradas las pruebas practicadas en la vista oral.

Según la Fiscalía, «Ata» y Zaldua diseñaron y ejecutaron «concertadamente» el asesinato de Giménez Abad.