Política

Londres

Aznar se ausenta del cónclave, fijado a principios de enero, por sus viajes internacionales

La Razón
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El ex presidente del Gobierno José María Aznar no participará en la Convención Nacional del PP de este fin de semana. La excusa es que está en Israel y que de ahí viajará a Londres, Filipinas y Estados Unidos. Tampoco estará en España la próxima semana. Es la primera vez que no acude a una Convención Nacional de su organización política y su ausencia en este foro político del PP coincide con una semana marcada por la conjunción de movimientos del ala más dura del partido para marcar distancias con la dirección nacional y hacer guiños a Vox, la nueva formación fundada por el vasco Santiago Abascal y José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones secuestrado por ETA durante 532 días. La razón alegada por el ex presidente es su actividad internacional, aunque la fecha de la Convención Nacional se conoce desde el pasado día 8 de enero. Con tiempo suficiente, por tanto, como para que pudiera haber ajustado su agenda para poder participar en ella. Estaba invitado para que tomase la palabra, y en Génova contaban con que su discurso monopolizase la sesión inaugural del próximo viernes. Ya antes de que ayer FAES oficializase su «no», desde el sector más contestatario con la gestión de Rajoy estaban anticipando la posibilidad de que Aznar diese plantón al megaacto de este fin de semana. Aseguraban que en la situación actual de distanciamiento, y después de que ningún miembro de la dirección le arropase en la presentación de su segundo libro de memorias, no tenía ningún sentido que Aznar participase en un foro al servicio de «hacer propaganda» de la gestión del Gobierno de Rajoy. Génova le había invitado, como ha hecho siempre, pero también es verdad que con recelos sobre el alcance de su discurso.

Tenían miedo de que el ex presidente rompiese la agenda oficial con un contundente discurso de enmienda a la acción del Ejecutivo, en la misma dirección de algunas de sus últimas manifestaciones, como, por ejemplo, la entrevista en Antena 3 en la que criticó que en el Gobierno «no haya un proyecto claro» ni una «acción definida» y entreabrió la puerta a un posible regreso a la política. «Nunca he eludido mi responsabilidad, cumpliré con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país», sentenció, tras exigir una rebaja de impuestos. La entrevista se interpretó entonces como una enmienda en toda regla a su sucesor en un contexto de creciente distanciamiento político y personal.