Génova

Bárcenas amaga con «aportar muchas cosas», aunque «eso lleva tiempo»

Bárcenas aseguró en su última declaración que siguió ejerciendo de tesorero del PP hasta marzo de 2010
Bárcenas aseguró en su última declaración que siguió ejerciendo de tesorero del PP hasta marzo de 2010larazon

Durante más de cinco horas, Luis Bárcenas ratificó al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz el pasado día 10 la existencia de una supuesta contabilidad «B» en el PP desde enero de 1989 de la que, insistió, estarían al tanto los secretarios generales y los presidentes de la formación. Dijo que «podría aportar muchas cosas», pero lo cierto es que en su comparecencia ante el magistrado no facilitó nueva documentación sobre las presuntas cuentas opacas del PP y el pago de sobresueldos. Éstas son algunas de las principales cuestiones a las que se refirió el ex senador, tal y como consta en la transcripción de su declaración incorporada ayer a la investigación judicial:

«Lapuerta era la persona autorizada»

–Luis Bárcenas (L. B.): «Yo no tenía poderes del partido, había un tesorero que se llamaba Álvaro Lapuerta que era la persona autorizada para disponer de los fondos de la contabilidad oficial del partido (...). Es evidente que si la contabilidad A, que estaba sujeta a control porque había soporte documental, la controlaba el tesorero, la contabilidad B con mucho mayor motivo, no se iba a dejar en manos del gerente».

«Había dos cajas fuertes, una en mi despacho»

–R.: «Dice que estaba en la caja en la que se guardaba el dinero, ¿esa cuál era? ¿era una caja fuerte?».

–L. B.: «Era una caja fuerte».

–R.: «¿Y dónde estaba esa caja fuerte?».

–L. B.: «Pues esa caja fuerte... Había dos cajas, una de ellas estaba en mi despacho... yo creo que estaba en la caja en la que estaban los fondos, que estaba en mi despacho».

–R.: «¿Y Habla usted de que esa documentación (los recibos de las obras en la sede del PP en Madrid) fue destruida, ¿por parte de quién?

–L. B.: «Esa documentación fue destruida por mí».

–R.: «¿Y en qué fecha? ¿Lo recuerda?».

–L. B.: «En el 2009, cuando le paso la carpeta a Cristóbal Páez (...). Yo no quiero desprenderme de toda la documentación porque al final es la confirmación de que esos fondos se han empleado correctamente, pero sí me parece que es delicado dejar los recibos correspondientes al pago de las obras, y se rompen los recibos».

«No se salva absolutamente ningún partido»

–Ministerio Fiscal (M. F.).: «En las sedes regionales y provinciales también debía llevarse una contabilidad o papeles semejantes, ¿es así?».

–L. B.: «Así es».

–M. F.: «¿Y por quién se llevaba?»

–L. B.: «Pues normalmente por el secretario regional del partido en cada sitio, y el tesorero del partido. Vamos a ver... la realidad es que en cualquier provincia, en cualquier región de cualquier partido hay donaciones, especialmente cuando son campañas de índole municipal y autonómica. No se salva ningún partido, absolutamente ninguno».

«Hay un señor empresario que quiere aportar dinero»

–M. F.: «¿Y no se llevaba un control de todas esas pequeñas contabilidades que había en distintas sedes?

–L. B.: «No (...). Suponíamos que en todos los sitios tenía que existir porque en todos los sitios hay donantes: hay una campaña en Cáceres o en Badajoz y hay un señor empresario que quiere aportar dinero para esa campaña, y eso pasa absolutamente en todas las provincias (...) pero no interveníamos en nada de eso».

–M. F.: «¿Ni supervisaban?».

–L. B.: «Ni supervisábamos, ni queríamos saber».

«Los secretarios y los presidentes la conocían»

–R.: «Usted manifestó que también los presidentes del partido, en las sucesivas etapas, conocían esta contabilidad B...».

–L. B.: «Sí, sí. Quiero decir que podría entender que el presidente, no, pero el secretario general, sí.

– R.: «En todo caso, aparte de los condicionales, tanto el presidente como los secretarios generales mantiene usted que eran conocedores de este sistema ¿verdad?».

–L. B.: «Conocían».

«Tenía un volumen muy grande de documentación»

–L. B.: «En fin, es que no quiero justificarme, pero podría aportar muchas cosas, pero en estos momentos no puedo aportar».

–R.: «¿Y tampoco puede dar instrucciones a nadie para que la aporte?».

–L. B.: «Es que yo tenía un volumen de documentación muy grande y lo tenía en mi despacho de Génova, 13 y eran un montón de cajas que recogieron las personas que sacaron ese material de la forma que entendieron oportuno. Y ese material no lo tengo clasificado y localizar eso lleva tiempo».

«El señor rajoy no tenía ni idea de cómo se pagó»

–L. B.: «Se decidió que al candidato había que renovarle el vestuario, y el candidato fue y se hizo unos trajes y Álvaro (Lapuerta) decidió que los trajes era mejor pagarlos con ese dinero (...) y esos recibos pues los rompemos».

–R.: «¿Y se está refiriendo al Sr. Rajoy cuando dice el candidato?».

–L. B.: «El candidato en aquel momento era el Sr. Rajoy, pero el Sr. Rajoy, a sus efectos, no tenía ni idea de si se pagaban con dinero oficial o no oficial. Ésa fue una decisión de Álvaro Lapuerta directamente».

«Luis el cabrón no es Luis Bárcenas»

–L. B.: «El informe de la UDEF llega a la conclusión de que Luis el Cabrón es Luis Bárcenas; eso no es así, porque en los documentos que ellos analizan se está hablando de una cantidad, de un sobre que reciben Pablo Crespo y Álvaro Pérez con referencia "Luis el Cabrón". No está diciendo que sea un sobre que se entrega a Luis el Cabrón, sino que es una entrega».

«Correa no me pagó ningún viaje»

–G. de Liaño: «¿A usted el Sr. Correa le ha pagado algún viaje?».

–L. B.: «Rotundamente no. Puede haberme invitado a algún viaje, pero pagármelo en ningún caso».