Tribunales

Barrena desvela que Rubalcaba le pidió una «comunicación directa» con él

Barrena es uno de los 35 procesados
Barrena es uno de los 35 procesadoslarazon

El ex dirigente de Batasuna Pernando Barrena aseguró ayer al tribunal que le juzga por un delito de integración en ETA que Alfredo Pérez Rubalcaba le pidió, nada más llegar al Ministerio del Interior en 2006 (justo después de que la banda terrorista anunciara una tregua), tener una «comunicación directa» con él. Barrena, que se enfrenta a una petición de condena de diez años de cárcel, explicó que fue un miembro del gabinete de la Delegación del Gobierno de Navarra quien le transmitió el «interés» del ministro «en abrir una vía de comunicación directa entre él y yo para abordar temas de urgencia, temas que necesitaban soluciones inmediatas relacionados específicamente con necesidades del Ministerio del Interior». Los contactos, explicó, se mantuvieron durante los años 2006 y 2007 y recordó que, en ese marco, «la izquierda abertzale participó en las conversaciones políticas de Loyola junto al Partido Socialista y al Partido Nacionalista Vasco» y, posteriormente, ya en 2007, «hubo un último intento en Ginebra de recuperar el diálogo político» en el que tuvieron igualmente «interlocución política con representantes del Gobierno español».

Barrena aseguró a la Sala, presidida por la magistrada Concepción Espejel, que las relaciones políticas con representantes del PSOE se produjeron desde 2001 y durante «prácticamente ocho años», informa Efe. Durante el gobierno socialista, a esas reuniones –explicó el ex dirigente batasuno– acudían los dirigentes del PSE Patxi López y Rodolfo Ares, que según Barrena actuaban en esas citas como «representantes» de Rubalcaba e incluso del propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

El ex dirigente de la formación ilegalizada achacó a un criterio «estrictamente político y que no tiene nada que ver con la legalidad» la detención de la cúpula de Batasuna en Segura en octubre de 2007. Se produjo, según él, tras la ruptura del alto el fuego por parte de ETA con el atentado de la T-4 y después de que Rubalcaba anunciara, en mayo de 2007, el fracaso de las conversaciones con la izquierda abertzale.

Como el resto de los acusados, defendió que su actuación dentro de la izquierda abertzale fue de carácter político y la realizó en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, negando que acatara las instrucciones de ETA de reorganizar a la ilegalizada Batasuna a través de PCTV y ANV.

También declaró como procesada la ex alcaldesa de Mondragón Inocencia Galparsoro (ANV), arropada por más de una docena de vecinos de la localidad guipuzcoana, entre ellos el etarra Jesús María Zabarte, «el carnicero de Mondragón», que siguió la vista en la sala con el resto de público. Zabarte, excarcelado en 2013 tras la anulación de la «doctrina Parot», llegó a la sede de la Audiencia Nacional con un pañuelo naranja al cuello con la palabra «libre».