Tribunal Constitucional
Batasuna escenifica su disolución en Francia, pero ETA sigue en la lucha
Batasuna, que era legal en Francia, anunció ayer su disolución con el fin, según fuentes antiterroristas, de que todos los grupos de la llamada «izquierda abertzale» queden unificados en Sortu, cuya inscripción en el Registro de partidos políticos del Ministerio del Interior quedó avalada por el Tribunal Constitucional. El acto protagonizado ayer en Bayona por varios de sus portavoces responde, por lo tanto, a un movimiento estratégico más, de carácter publicitario, con el que se pretende transmitir a la opinión pública que todo lo que rodea a ETA se disuelve, menos, curiosamente, la propia banda.
La noticia se producía el mismo día que tres individuos, condenados por actos cometidos en el seno de SEGI (las juventudes que también, de una manera pomposa, se auto disolvieron), anunciaron que pasaban a la clandestinidad para no cumplir las penas que se les han impuesto. «Si ETA, su vocación de violencia y organización secreta, no tienen ya ningún recorrido, ¿por qué hay elementos que pasan a la clandestinidad?, se preguntan las citadas fuentes.
Batasuna se constituyó en España, donde es ilegal, hace once años. Ayer, Maite Goieneche y Jean-Claude Aguerre justificaron la disolución en el «fin de un ciclo político en Euskal Herria y en la necesidad de adaptarse a la nueva fase abierta, que requiere de nuevos instrumentos». «Creíamos, y creemos todavía, que la construcción de una estrategia nacional global requiere del conocimiento mutuo y de la puesta en común de análisis políticos, partiendo de la realidad de cada territorio», afirmaron los citados portavoces.
Los individuos que han anunciado su paso a la clandestinidad son Javier Lujanbio, Maitane Linazasoro y Arkaitz Anza, condenados a seis años y medio de prisión por el Tribunal Supremo por pertenecer a SEGI.
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