El desafío independentista

Bienvenidos a la «república independiente»... de la casa de Puigdemont

La pancarta provoca una agria polémica entre Torra y el secretario general de Units per Avançar, Ramón Espadaler

Imagen de la fachada de la casa de Puigdemont en Waterloo con la pancarta que anuncia la República de Cataluña, en Waterloo
Imagen de la fachada de la casa de Puigdemont en Waterloo con la pancarta que anuncia la República de Cataluña, en Waterloolarazon

La lucha de los independentistas ha dado sus frutos. Por fin se ha instaurado la República de Cataluña y Carles Puigdemont ejerce de «mandamás». Y es que el mandatario catalán ha decidido crear la república independiente... de su casa.

La lucha de los independentistas ha dado sus frutos. Por fin se ha instaurado la República de Cataluña y Carles Puigdemont ejerce de «mandamás», como no podía ser de otra manera. Y es que el mandatario catalán ha decidido crear su propia república. Sí como lo oyen, ha cogido el escudo de la Generalitat, una pancarta y ha instaurado la república independiente... de su casa, la de Waterloo.

Tan fácil que era y lo que ha costado. Sin embargo, hay quien quiere quitarle la alegría a Puigdemont y le echa en cara que utilice el escudo de todos los catalanes en una causa que abarca poco, aunque su casa parece grande. Ha sido el secretario general de Units per Avançar, Ramón Espadaler, quien se ha quejado ante el otro presidente catalán, el de la Generalitat, Quim Torra, por permitir a Puigdemont usar los símbolos a su antojo. Es más, considera «imprescindible» regular «por ley» los usos del escudo de la Generalitat, tal y como en su día hizo el Parlament con el himno, la «senyera» y la diada.

El rifirrafe político llegó como más le gusta a Torra, con un discurso demagogo: «Entiendo que a usted esto es un tema muy importante. Pero, Sr. @Ramon_Espadaler, a mí ayer que son exiliados, presos políticos, los miles de catalanes investigados y procesados por defender la democracia y cómo hacemos con eficacia la República».

Pero a fin de cuentas, lo importante de esta historia es que Puigdemont ya tiene su ansiada república catalana.