Bolaños aleja toda duda sobre las elecciones: "La legislatura se va a agotar"

Por mucho que el Gobierno esté en un momento muy delicado por el estallido del caso Mediador, presunta trama de corrupción que afecta al PSOE, y por la división en torno a la Ley del “solo sí es sí”, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha descartado cambios en el horizonte electoral. Bolaños asegurado este viernes que las elecciones generales serán en diciembre, tal y como tocan (las Cortes se disolverían el 16 de octubre). “La legislatura se va a agotar”, ha afirmado, durante una comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso, donde ha expuesto el plan normativo para 2023.

De hecho, ese plan normativo prevé la aprobación de 117 normas (tres leyes orgánicas, 33 leyes ordinarias y 81 decretos), lo que revela la ambición legislativa del Gobierno a pesar de que el clima político se antoja muy agitado por el ciclo electoral. En este sentido, Bolaños también ha querido matizar que, de esas 117 normas, hay 36 comprometidas con Europa para recibir los fondos europeos y hay 35 iniciativas que proceden de la Unión Europea (en muchos casos, trasposiciones de directivas): es decir, hay 71 normas que son prácticamente de obligado cumplimiento.

En cualquier caso, Bolaños ha aprovechado la sesión para reivindicar también el trabajo hecho por su Gobierno y ha querido destacar que ya se han aprobado 199 normas después de haber atravesado una legislatura complicada por la fragmentación que hay en el Congreso. “Pese al ruido, no se ha conseguido frenar a este Gobierno”, ha afirmado Bolaños, quien también ha pedido a los grupos parlamentarios que contribuyan a aprobar dos de las leyes más icónicas que hay en juego: la ley de vivienda y la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana. Además, ha informado que otra de las iniciativas importantes, la Ley de información clasificada, está pendiente de recibir el dictamen del Consejo General del Poder Judicial para que sea aprobada en el Consejo de ministros (ese trámite podría retrasarse más de lo previsto).

El debate ha sido tenso con los partidos de la derecha, mientras que ha sido mucho más relajado con los socios. La diputada del PP Edurne Uriarte ha echado en cara al Gobierno los "fallidos" compromisos de inicio de legislatura sobre “feminismo, corrupción y el problema catalán”: ha acusado al PSOE de haber protagonizado el “mayor escándalo de corrupción” en el Congreso con el caso Mediador; y, de haber traído la “prostitución con el Tito Berni” y de ser responsables de la rebaja de penas de cárcel a violadores con la Ley del “solo sí es sí”.

Bolaños ha replicado reprochando los casos de corrupción que ha habido en el PP y ha acusado a los populares de que usen los “aparatos del Estado” para ponerlos a las órdenes del partido para “ocultar delitos”, en relación al caso Kitchen. “La pregunta es qué delitos no cometió contra la administración pública cuando gobernaba”, ha planteado. Bolaños también ha tenido un duro debate con el diputado de Vox José María Sánchez García, al que ha tenido que frenar por las descalificaciones que ha recibido. Sánchez García también ha reprochado al Gobierno sus derrotas frente al Constitucional ya que el Tribunal de garantías ha tumbado cinco iniciativas del Ejecutivo en el último año y medio.

Carolina Telechea (ERC) ha reclamado la reactivación de la Mesa de Diálogo y la amnistía y el derecho de autodeterminación, a lo que Bolaños se ha opuesto rotundamente porque esas son las “soluciones que llevaron al conflicto y solo generan más división”. Mikel Legarda (PNV) ha reconocido que un año electoral es un “año de polarización”, por lo que prevé un botín legislativo de mínimos, y ha pedido explicaciones sobre por qué no aparece en el plan normativo la reforma legislativa del CNI que había prometido Sánchez. Genís Boadella (PDeCat) ha criticado al Gobierno por elaborar muchas leyes con medidas de recentralización de competencias, pero Bolaños ha respondido que es el Ejecutivo que menor conflicto competencial ha tenido que dirimir con las autonomías.