Bono culpa al PSC de azuzar la independencia al frente del tripartito

Tras la resaca de la Diada, llegó el día de las reflexiones en voz alta y de los cruces de declaraciones, incluso, entre compañeros de partido, coaliciones y federaciones. Igual que pasó con la masiva manifestación de hace un año, esta nueva exhibición de fuerza a favor de la independencia, fomenta el debate, pero también la fractura social en Cataluña. El socio de Artur Mas en CiU, Josep Antoni Duran Lleida, llamó a la clase política a tener altura de miras y no dividir Cataluña entre «buenos» y «malos», tras el impacto de la cadena soberanista azuzada por sus compañeros de CDC. Pero la bronca más sonada fue la que protagonizaron el PSC y el ex ministro de Defensa, José Bono, perro viejo en estas controversias. Bono, que jamás ha escondido que nunca le gustó que los socialistas catalanes pactaran con ERC y que ya ha expresado en varias ocasiones que el tripartito fue «un gran error», aprovechó una entrevista para decir la suya sobre el proceso soberanista y alertar de que Cataluña está a las puertas de la independencia. Señaló que el PSC tiene «gran parte de la culpa» de la deriva secesionista actual por los años en que gobernó junto a ERC, entre 2003 y 20010. Acusó a los socialistas catalanes de presentar a España como la madrastra de los catalanes, entre quienes ha calado la idea de que «los males de Cataluña proceden de que España les roba». En las últimas elecciones catalanas, hace poco menos de un año, Bono, acérrimo defensor de la unidad de España y poco amigo de los nacionalismos, ya se las tuvo con el PSC. Después de fotografiarse con el líder de Ciutadans, Albert Rivera, dijo que «cuando en Alemania empezó a ser sospechoso tener dos identidades, la catástrofe que todos lamentamos se avecinaba». Entonces, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, evitó la polémica con un «yo no puedo responder por los jubilados». Pero esta vez, el coordinador de los diputados del PSC en el Congreso, Francesc Vallès, no se ha mordido la lengua. Vallès respondió a las acusaciones de Bono, defendiendo que el PSC «escucha a la gente» y está comprometido a encontrar una solución al problema de convivencia entre Cataluña y España. En una sociedad cada vez más dividida entre independentistas y unionistas, la tercera vía planteada por los socialistas una reforma de la Constitución que dibuje una España federal para dar salida sin rupturas al encaje de Cataluña, no cuaja. La reforma constitucional, que cuenta con el aval de Bono, no se percibe como creíble y no tiene el apoyo para ser factible.