Política

El desafío independentista

Bruselas sentencia que Cataluña quedaría fuera de la UE

La Razón
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Más claro, agua. «Un Estado independiente se convertiría, por el hecho de su independencia, en un tercer país respecto a la Unión y desde el momento de la independencia no se aplicarían los Tratados en su territorio». Así de claro explicó ayer la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, las consecuencias de una independencia hipotética de Cataluña respecto de España, y por ende, de la Unión Europea.

El Ejecutivo comunitario, que en las últimas semanas ha sido muy cauteloso sobre el tema catalán, respaldaba así las palabras pronunciadas unas horas antes desde Barcelona por el vicepresidente, Joaquín Almunia. La semana pasada ningún cargo europeo quiso valorar públicamente la cadena humana organizada durante la Diada por las fuerzas independentistas.

Fuentes comunitarias apuntaron a LA RAZÓN que el asunto de Cataluña no ha sido abordado tampoco en el seno del colegio de comisarios.

«Lo que nuestro vicepresidente Joaquín Almunia ha dicho se ajusta perfectamente a nuestra línea, que es que si un territorio de un Estado miembro deja de formar parte de ese Estado porque se convierte en un nuevo territorio independiente, los Tratados europeos ya no se le aplican», sentenció Pia Ahrenkilde.

Durante una conferencia en el Cidob titulada «La apuesta por Europa» ofrecida en Barcelona, Almunia planteó que si hay separación, «la parte segregada no es miembro de la Unión Europea». En todo caso, dejó abierta la posibilidad de que si realmente hubiese una separación, Cataluña podría pedir su entrada en el club europeo una vez fuese independiente. «Cualquier Estado europeo que respete los principios que se establecen en el artículo 2 del Tratado de la UE, puede pedir formar parte de nuestra Unión», manifestó, al tiempo que insistió en que no quiere prejuzgar «ninguna situación hipotética». En todo caso, si el Gobierno de España pide expresamente al Ejecutivo comunitario un análisis jurídico completo sobre las consecuencias en

la UE de la independencia de Cataluña, la Comisión se ha mostrado dispuesta a responder. Lo importante es que tendrá que ser por iniciativa de Madrid, no por deseo de Barcelona.

Almunia abundó horas después en el tema en otra conferencia organizada en Barcelona por Agbar, y tampoco dejó lugar a dudas sobre cuál sería el estatus de una Cataluña independiente en relación a la UE: «Si hay una decisión de segregación de una parte del territorio de un Estado miembro, esa parte segregada no es parte de la UE». Además, dejó claro que la Comisión «sigue el proceso abierto en Cataluña con preocupación», un proceso, añadió, en el que el órgano del que es vicepresidente no quiere «estar metido». En cuanto a la posible solución del debate, Almunia afirmó que «la vía que se aprecia en Europa es la del diálogo: la capacidad de componer posiciones comunes a partir de posiciones originariamente diferentes». Al ser preguntado directamente sobre si algún día Cataluña será independiente, el comisario de Competencia ha afirmado taxativamente: «Yo no soy independentista, ni quiero que esa hipótesis sea una realidad, ni considero que sea una buena hipótesis. Me gusta ver a Cataluña encajada en España».

La portavoz de Barroso, en cambio, eludió comentar si existe preocupación en la UE sobre las tensiones separatistas en Cataluña, como ha dicho Almunia, y no quiso pronunciarse tampoco sobre las apelaciones del comisario al diálogo entre el Gobierno central y el catalán.

El conseller de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña, Andreu Mas-Colell, que acudió ayer como oyente a la primera de las conferencias, intentó quitar importancia a las declaraciones del consejero de Competencia Joaquín Almunia. Aseguró que son sólo una «lectura jurídica» estricta, pero insistió en que hay casos en los que se está negociando, como el escocés. «No veo a Escocia fuera de la Unión Europea políticamente hablando, igual que no veo a Cataluña fuera de la Unión Europea políticamente hablando», aseveró.

En octubre del año pasado, en Madrid, Joaquín Almunia ya afirmó que Cataluña dejaría de ser parte del euro si finalmente se independizara de España.