
Interior
Un cabo de la Guardia Civil evita un robo: "Los dueños lloraron al ver como dejó el local"
El ladrón era un conocido delincuente de la zona que ya había accedido anteriormente hasta en cuatro ocasiones al establecimiento

La tranquilidad de la pequeña localidad onubense de Nerva (5073 habitantes) se vio interrumpida por un violento asalto a uno de los establecimientos del municipio. Las cámaras de seguridad grabaron como el ladrón se introdujo en el bar y rompía todo lo que se encontraba a su paso. La intervención de un cabo, que estaba fuera de servicio, de la Guardia Civil fue determinante para que el caso no pasara a mayores aunque los daños que provocó en el establecimiento fueron cuantiosos, según las imágenes a las que ha tenido acceso LA RAZÓN. El delincuente fue detenido gracias a este agente y una patrulla. Ya está en prisión.
Así, el episodio violento se produjo el pasado 7 de abril cuando el Cabo 1º recibió un mensaje de WhatsApp a las 6:48 horas en su teléfono particular del subteniente del COS. El requerimiento era claro y conciso sin desvelar el motivo: "¿Estás operativo?".
Después de la contestación afirmativa, el agente de la Guardia Civil recibió una llamada donde le comunicaban que se estaba produciendo una incidencia en la población cercana de Nerva. Una central de alarmas avisó que se estaba produciendo un posible robo con fuerza en un establecimiento.
La patrulla de servicio no se podía acercar porque estaba atendiendo otro incidente y la de Zalamea la Real entraba a trabajar a las siete de la mañana. El propietario del local se encontraba en las inmediaciones.
Así, el cabo se personó en el establecimiento, ubicado en la calle Obispo Cantero Cuadrado, a las 6:52 horas. A unos 100 metros salió a su encuentro el hijo del propietario quien muy nervioso le enseñó los vídeos del interior del local. Se podía ver a un extraño, muy irritado, que recorría de un lado a otro el negocio.
Las luces estaban encendidas y se escuchaban golpes de un objeto contundente sobre una puerta metálica. Los dueños, al ser víctimas de varios robos, habían puesto cerraduras que no se pueden abrir desde dentro. El ladrón estaba encerrado y se acercaba la patrulla de Zalamea la Real.
Encerrado en el local
Sin embargo, los golpes eran cada vez más fuertes y la puerta estaba a punto de ceder. El cabo decidió actuar para evitar que el delincuente se marchara corriendo. Así, agarró la puerta y se identificó como agente de la Guardia Civil. Ordenó al sujeto que abriera la ventana y se mantuviera sentado en una silla.
El protagonista de los incidentes era un delincuente muy conocido por estar siempre involucrado en este tipo de hechos. En este caso se encontraba fuera de sí. No reaccionó de buenas maneras ante la llegada del hijo del propietario e intentó autolesionarse.
Con esta situación, el agente del Instituto Armado, con infinita paciencia, intentó mediar para que se calmara para que se sentara en una silla y pudieran acceder al interior del local. En ese momento, el reloj marcaba ya las 7:13 horas, se personó la patrulla de Zalamea la Real. Intentaron entrar en el negocio pero les fue imposible. Tuvieron que usar la fuerza necesaria para poder abrir la puerta.

Una vez en su interior, de forma conjunta, el cabo y los agentes procedieron a la detención de esta persona como autor de un delito de robo con escalo, ya que había accedido al local por el tejado, realizando un butrón rompiendo las tejas y la madera. Fruto de ello había roto el falso techo lo que provocó daños de consideración en el negocio. También el ladrón se lastimaba de una mano y del costado. Por este motivo tuvo que ser trasladado al centro de salud de Nerva.
El ladrón a prisión
Ya con más tranquilidad, los propietarios del negocio se acercan al lugar. Rompieron a llorar de rabia al ver los numerosos daños que dejó el ladrón en el establecimiento. Admitieron ante las autoridades que este individuo había robado en otras 3 ó 4 ocasiones. Siempre con la misma violencia.
Después de su paso por el centro de salud, el detenido fue trasladado a las dependencias del Puesto de Zalamea la Real. Cuando ya estaba recuperado pasó a disposición judicial esa misma mañana. El magistrado ordenó su prisión provisional. Cometió el robo mientras estaba en libertad condicional.
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