Política

ETA

Calmar a la bestia

La Razón
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La llamada «izquierda abertzale», ahora legalizada en Bildu, Amaiur y Sortu, trata de dar respuesta a las acusaciones que le ha lanzado ETA en el sentido de que se han convertido en meros «espectadores» del «proceso» y no hacen nada por llevarlo adelante. Sabedores de que los gobiernos de Francia y España no van a negociar con la banda y no se va a poner en libertad a los presos, ni siquiera agruparlos en cárceles del País Vasco y Navarra, los dirigentes de la «izquierda abertzale» han optado por fórmulas de desobediencia civil y enfrentamiento con las Fuerzas de Seguridad. Tratan de demostrar a esa ETA, que algunos siguen empeñados en dar por semi muerta, en la que cada uno hace lo que quiere, sin orden y concierto, que se toman muy en serio sus advertencias. Algo falla cuando algunos dan por amortizada a la organización criminal y los más próximos, los que saben cómo están realmente las cosas, le siguen profesando un respeto reverencial. Resulta llamativo que ayer estuvieran en Ondarroa Laura Mintegi, Mariví Ugarteburu y Unai Urruzuno, parlamentarios de EH Bildu. Y que Ugarteburu buscara el enfrentamiento con los mandos de la Ertzaintza para dar una imagen de dureza frente a la Policía Autónoma.

Los agentes tuvieron que emplearse con la contundencia necesaria para poder detener a la requerida por la Justicia para que cumpla condena. Nueva escenificación de desobediencia a las Fuerzas de Seguridad. Y aquí llega la pregunta clave: ¿Bastarán estos hechos para calmar a la bestia, y disuadirla de decisiones que, según algunos expertos, ya tiene tomadas a corto, y lo que puede ser aún más preocupante, a medio plazo?