Sucesos
Carta a Joseba Pagaza de la madre del teniente apaleado en Alsasua: «Se me han secado los ojos de tanto llorar»
Hola Joseba *:
Qué decirte que tú sepas por tu propia experiencia pero, he pensado que no te importaría si comparto contigo la mía.
No sabría por dónde empezar.
Son muchas las sensaciones y los sentimientos que en este momento se agolpan en mi cabeza y en mi corazón. tengo que apartarlos a manotazos para no perder la cordura ni la sensatez y mantener la calma.
La pérdida de un ser querido te produce dolor, impotencia, frustración y desamparo pero, de todos es sabido, que es inevitable y forma parte de la vida misma. El problema es, cuando no pierdes a esa persona sino que te la arrebatan y todo, ¿por qué?
Porque dicha persona tiene honestidad, lealtad, vocación de servicio, entrega y esfuerzo... principios y valores que hay gente que no sabe ni lo que significan. Si todos estos motivos los enfundamos en un uniforme verde y, además, estás en determinados lugares de nuestro país, ¡ah!, las cosas se te pueden poner muy feas.
Un joven de 24 años se encuentra tirado en el suelo debido a los brutales golpes que ha recibido. Sangra, está aturdido por los golpes en la cabeza, le han destrozado un tobillo a patadas, ya no puede oírles, el dolor que siente es extremo, solo piensa en que se va, si termina de perder el conocimiento... se va. A su lado su novia que a duras penas puede proteger su cabeza para que no reciba más patadas encajándolas ella. Con ellos, otro compañero y su novia recibiendo la misma lluvia de golpes y solo pudiendo gritar que pararan pues, no les permitían ayudarle. Les insultan de la peor manera, les amenazan y siguen golpeando sin ningún control ni pudor. Son un gran número de atacantes. ¿Qué es alguien que se comporta de esta manera? ¿Humanos? ¿Una manada?
Lo intento de veras pero, no consigo entender qué tienen algunos individuos en su interior. Pareciera que no pueden controlar los instintos más primitivos que aún permanecen en su ADN y que les hace comportarse de una manera para la que no encuentro calificativo pues hasta las bestias tienen razones vitales para serlo.
Me sangra el corazón, se me retuercen las entrañas que durante nueve meses lo acogieron, se me han secado los ojos de tanto llorar pero, no puedo sentirme más orgullosa de él, está realizando una labor para la que, sin duda, ha nacido: servir a todos los españoles.
Él se repondrá por completo, al igual que su compañero y esas dos valientes mujeres que no se apartaron de ellos ni por un momento y que, dicho sea de paso, ninguna feminista se ha pronunciado para defenderlas, ¿es qué ellas no lo merecen por ser parejas de dos guardias?
Hacía dos días que celebramos el día de la Patrona. Algo habrá protegido la Virgen del Pilar a su servidor porque, aún lo conservo a mi lado. Doy gracias cada día y pido que me los guarde cada noche.
El servicio se seguirá realizando. Los de verde seguirán saliendo para que todos los demás (hasta esos primitivos) disfruten de su libertad con la mayor seguridad.
Un saludo y desde donde te encuentres... sigue luchando!!!
*Carta dirigida al «buzón de Joseba Pagaza», asesinado hace 16 años por ETA
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